Uno de los principales objetivos en los entrenamientos
diseñados por Ramón María Calderé consiste en afinar la
puntería de sus jugadores, que parecen tener el objetivo
extraviado en las últimas jornadas. En cinco partidos sólo
ha transformado cuatro dianas y en los tres últimos choques
únicamente ha sellado un gol, lo que lo convierten, junto al
Algeciras y el Conquense, en el tercer equipo menos acertado
de cara a puerta, sólo superado en este sentido por el
Almansa y el Badajoz.
El técnico catalán, que ayer planteó una doble sesión de
entrenamiento en el campo José Martínez Pirri (10.00 y 18.00
horas), dispuso por la mañana un circuito de saltos para que
sus hombres ejercitasen las carreras en velocidad, los
largos desplazamientos de balón buscando la banda, el
desmarque y, sobre todo, el remate a gol. Mucho tendrán que
mejorar los pupilos de Calderé si quieren perforar la meta
del Marbella, pues ayer lanzaron con la bota torcida. Y es
que, de cada seis disparos, realizados sin la presión de un
marcador, sólo uno acababa en el fondo de las mallas.
El día, sin embargo, había comenzado con una larga charla en
el Alfonso Murube a cargo del entrenador, en la que explicó
a sus jugadores los errores cometidos por el equipo en su
viaje a Almansa. Mucho tendrían que hablar, pues la
conversación, que empezó a las 10:00 horas, se prolongó
durante hora y media. Tras el ‘palique’ se inició una ligera
sesión matinal ya en el Martínez Pirri, donde por la tarde
se celebró un entreno más físico.
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