El vicario Francisco Correro presidió ayer la celebración
del bautismo del pequeño Juan Pablo, de escasos cuatro meses
de edad, hijo de ciudadanos camerunenses y nacido en
territorio español.
En presencia de numerosos fieles, el niño recibió el
bautismo cristiano. El padre Correro pronunció una acogedora
homilía en la que instó a todos los ceutíes a acoger con
felicidad la llegada de un nuevo cristiano,
independientemente de su raza o procedencia, ya que “la
religión no distingue de colores y debemos dar ejemplo de
convivencia a pesar de nuestros diversos orígenes”, afirmaba
el sacerdote.
El vicario hizo eco de las palabras del obispo Monseñor
Ceballos, quien la pasada semana visitó la ciudad, con
motivo de las segundas jornadas diocesanas, y pronunció su
más profunda consternación ante el fallecimiento de cinco
inmigrantes en territorio fronterizo, durante los sucesos
ocurridos la pasada madrugada del jueves.
El progenitor del pequeño se encuentra ingresado en el
Hospital Militar, recuperándose de las heridas sufridas en
la frontera, ya que fue uno de los tantos ciudadanos
subsaharianos que el pasado jueves se lanzaron a la
alambrada con la esperanza de lograr el paso a territorio
español.
La madre del pequeño, Flore Tchongue, de 31 años de edad,
llegó a Ceuta hace aproximadamente medio año, tras haber
abandonado su país de origen, Camerún, en febrero de 2004,
donde el matrimonio tiene otro hijo de cinco años. Su
marido, Hervé, aún convaleciente, expresó desde el hospital
militar gran satisfacción por el ingreso de su hijo en la
comunidad cristiana, ya que ambos profesan esta religión.
En ausencia de personas allegadas a los padres del niño, la
madrina de Juan Pablo fue una mujer ceutí colaboradora
habitual de la parroquia de la Virgen de África, Ufrasia
Lago Iglesias, quién se mostraba muy alegre una vez
concluido el acto. “Me propusieron anteayer ser la madrina
de Juan Pablo, y por supuesto acepté. Estamos aquí para
servir a los demás, no para ser servidos”. La figura de
madrina no coge de sorpresa a esta madre y abuela ceutí, ya
que con Juan Pablo contabiliza su sexto ahijado. “Ha sido
una ceremonia muy solemne, como viene siendo habitual en la
parroquia, con gran congregación de fieles”. Flore Tchongue
cumplió su deseo de bautizar a su hijo y se sintió en todo
momento arropada por los asistentes al acto.
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