XX.- ¿Qué le has pedido a Dios?
* Pedí valor y Dios me dio dificultades
para fortalecerme.
* Pedí sabiduría y Dios me dio problemas
para aprender a solucionarlos.
* Pedí dinero y Dios me dio cerebro y manos para trabajar.
* Pedí coraje y Dios me dio peligros
para superar.
* Pedí amor y Dios me dio personas
para ayudar.
*Pedí facilidades en la vida y Dios me dio miles de
obstáculos para aprender a levantarme.
* Pedí favores y Dios me dio oportunidades.
\"no recibí nada de lo que quería,
recibí todo lo que necesitaba\"
XXI.- Una marioneta de trapo me dijo:
Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta
de trapo, y me regalara un trozo de vida, posiblemente no
diría todo lo que pienso, pero en definitiva pensaría todo
lo que digo.
Daría valor a los hombres no por sus cargos, sino por su
valentía para mantenerse honrados.
Dormiría poco y soñaría más; entiendo que por cada minuto
que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz.
Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los
demás duermen, escucharía mientras los demás hablan, y cómo
disfrutaría paseando por la playa con un paquete de
pistachos...
Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría con
chándal, me tiraría de bruces al sol, dejando al
descubierto, no solamente mi cuerpo, sino mi alma.
Dios mío, si yo tuviera un corazón.... Escribiría mi odio
sobre el hielo, y esperaría a que saliera el sol.
Pintaría, con el arte de Murillo, un poema de Benedetti
sobre las estrellas; y una canción de Dyango sería la
serenata que le ofrecería a la luna.
Regaría con mis lágrimas las rosas, para sentir el dolor de
sus espinas, y el encarnado beso de sus pétalos...
Dios mío, si yo tuviera un trozo de vida...
No dejaría pasar un solo día sin decirle a la mi familia y a
mis amigos que los quiero, que los quiero.
Convencería a cada pobre en dinero, que son importantes, que
merecen la pena, que son los recomendados de Dios, que
tengan esperanzas, que donde el hombre no puede llegar, Dios
lo hace con un pensamiento. A los hombres les probaría cuán
equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando
envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de
enamorarse.
A un niño le daría alas, pero dejaría que el sólo aprendiese
a volar.
A los viejos, a mis viejos, les enseñaría que la muerte no
llega con la vejez sino con el olvido.
...y a mis hijos, que no olvidaran nunca a su madre y a su
padre.
Tantas cosas he aprendido de ustedes los hombres.....
He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la
montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la
forma de subir la escarpada cuesta.
He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su
pequeño puño por vez primera el dedo de su padre, lo tiene
atrapado para siempre.
He aprendido que un hombre únicamente tiene derecho de mirar
a otro hombre hacia abajo, cuando ha de ayudarlo a
levantarse.
Las cosas que he podido aprender de ustedes, ha sido gracias
a la inmovilidad, la soledad y el silencio, de otra forma
hubiera sido imposible. Esperanza y vida para los
parapléjicos.
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