SUCESOS - MIÉRCOLES 7 DE NOVIEMBRE DE 2005

CEUTA
Pedro G.
local@elpueblodeceuta.com

Un hombre de 60 años y diabético fue agredido por agentes de la UIR tras ser obligado a salir de su vehículo sin mediar aparentemente ninguna provocación, según comentó el hijo del agredido, Tarek Mohamed Mizzian. El hijo del sospechoso que huyó de la Policía, según fuentes policiales, contó a El Pueblo de Ceuta su versión de los hechos. Según Tarek Mohamed Mizzian, su padre, Abselam Mohamed Mohamed, un hombre de 60 años y diabético se encontraba rezando en la mezquita de Sidi Embarek cuando, al finalizar el rezo a eso de las 12 de la noche, cogió su vehículo, un Renault Clio con matrícula de Madrid para volver a casa.

“A la altura del Morro, mi padre observó la sirena de un coche de la UIR y detuvo su coche. Sin mediar palabra, entre 16 y 18 agentes de la UIR se avalanzaron sobre mi padre y le propinaron una fuerte paliza ocasionándole daños en un ojo y otras heridas”, explicó Tarek Mohamed Mizzian.

El hijo de Abselam Mohamed Mohamed explicó que su padre, al ver a los agentes dirigirse hacia él con gesto amenazante, levantó los brazos para que no le pegasen y gritó: “no me peguen que soy diabético”.

Según la versión ofrecida a El Pueblo de Ceuta, los policías arremetieron contra él dándole porrazos, patadas y puñetazos y llamándole “moro de mierda” y otros insultos.

A causa de las lesiones, el presunto agredido estuvo internado durante 10 días en el Insalud de la Cruz Roja.

Comerciante

Tarek Mohamed Mizzian explicó que su padre es un comerciante muy carismático en su barriada, conocido por todos y que carece de antecedentes penales. “No entiendo por qué le agredieron. Tal vez tuvo que ver la matrícula de Madrid”, concluyó.
 

La versión oficial de gobernación

La Consejería de Gobernación informó de que dos de sus agentes sufrieron heridas de diversa consideración en el desarrollo de una operación para detener al conductor Abselam Mohamed Mohamed, que evadió un control policial e inició una arriesgada huida.

Los hechos ocurrieron en la noche del pasado 16 de noviembre cuando un control de tráfico ubicado en la avenida de Lisboa se percató de cómo un automóvil se detenía a unos cien metros del puesto de control, dando marcha atrás velozmente hasta llegar a Teniente Coronel Gautier.

Una vez observada esta actuación los policías proceden a la persecución del vehículo sospechoso, poniendo en marcha las señales acústicas y luminosas con el fin de que se detuviera, aunque el vehículo aceleró su marcha. El coche sospechoso tomó por la avenida Argentina hasta Tarajal, saltándose las señales de stop y girando por Martínez Catena hasta el centro de la ciudad.

Avisados por radio, dos vehículos de la Policía Local se desplazaron a la gasolinera BP colocándose atravesados en la calzada y con señales luminosas, aunque el coche sospechoso no se detuvo y los agentes tuvieron que apartarse para no resultar heridos. Durante la evasión, en la que cruzó calles en sentido contrario, llegó hasta la rotonda del Morro, desde donde tomó por la avenida de Regulares en sentido contrario, colisionando con un vehículo policial.

Según la versión policial el coche se detuvo pero el conductor prosiguió la huida hasta ser interceptado por un agente y caer al suelo. El individuo resultó carecer de seguro y fue atendido de sus lesiones en el Ingesa, donde se le apreciaron lesiones en un ojo. Los agentes que resultaron dañados en la colisión sufrieron la contractura del trapecio izquierdo y distorsión muscular cervical y esguince cervical respectivamente.