La consejera de Medio Ambiente, Carolina Pérez ha solicitado
al área de Servicios Ambientales de la Ciudad una mayor
atención en la limpieza de los alrededores de la Basílica
Tardorromana como medida para acabar con la suciedad y los
malos olores existentes en la zona. “He hablado con el
viceconsejero, Alberto Solano para que se intensifique la
frecuencia de baldeo porque es una zona que merece un poco
más de atención”, comentó Carolina Pérez.
Algunos de los problemas de la zona son la suciedad creada
por los excrementos de los perros y en alguna ocasión los
orines de algunos humanos que utilizan la calle como
urinario improvisado. Ante esta situación, la consejera de
Medio Ambiente explica que “nos haría falta el control
policial pero no es fácil porque son muchos puntos los que
hay que atender”.
Respecto a la zona de restos arqueológicos protegidos con
una verja, Pérez explicó que se piensa en incrementar su
altura para evitar, al menos, la entrada de los perros.
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