Que no es la mejor temporada de la
Asociación Deportiva Ceuta, no creo les quepa la menor duda,
pero tal y como se están sucediendo las cosas habrá que
poner, de modo urgente, freno a la situación.
Puede que si se enderezara con prontitud podría hablarse de
un mal trago pero, por desgracia, han pasado catorce
jornadas (copa incluida), de las que cinco (treinta y seis
por ciento) Ramón María Calderé no ha podido ejercer desde
el banquillo a causa de las sanciones impuestas por el
Comité.
Un resultado te lleva al otro, tanto en positivo como en
negativo, pero en el caso de nuestro representante nos está
acostumbrando a la segunda opción, de tal manera que, hasta
el momento, en números reales se está, como mal menor, en
zona de liguilla, pero de promoción para el descenso, y como
no se despierte pronto del letargo entraremos en la que,
habitualmente, vemos marcada de rojo, color que ya de por si
nos dice el peligro que estamos corriendo.
Puesto: decimosexto; dos partidos ganados, ocho empatados y
cuatro perdidos; diez goles a favor y doce en contra.
Superamos al Baza en un punto; al Algeciras en tres; al
Conquense en cinco y al Zafra, último, en seis. Mientras,
los que teóricamente deben jugar la liguilla (de ascenso),
nos superan en diecisiete puntos (Cartagena) y trece
(Extremadura, Aguilas y Linares). O sea, que no es como para
transmsitir al personal alegrias de que el Ceuta va a estar
arriba. Que no digo que no pueda, pero que el momento es el
momento y la situación es como para no vender humo y buscar
soluciones mucho más lógicas.
Y si la cosa iba mal, imaginen tras el partido de Baza como
va a ir. El técnico, Calderé se deja caer con unas
declaraciones que a los profesionales de la plantilla no les
va a sentar demasiado bien, porque al no decir nombres
(aunque a buen seguro los implicados lo sabrán) el que esté
en el filo de la espada va a tratar de que la
responsabilidad no recaiga sobre él y si en el propio
entrenador, si le da oportunidad.
Con todo respeto, creo que no han llegado en el mejor
momento. Entre otras cosas porque, si lo desea de verdad, no
debía dar pistas y cuando llegase la ocasión cumplir la
amenaza y ya está. Por lo demás parecen declaraciones de
cara a la galería.
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