En las últimas horas la Jefatura
Superior de la Policía Nacional de Ceuta y la Comandancia de
la Guardia Civil han logrado dar sendos zarpazos a la
delincuencia o mafia dedicadas al tráfico de personas. Un
hecho que reporta cierta tranquilidad ante la percepción
clara entre la ciudadanía de que nuestros agentes, los de
las diversas unidades, hacen bien su trabajo.
Por otro lado, y uniéndonos a la felicitación expresada por
el propio delegado del Gobierno en Ceuta, hemos de
considerar además que nuestra tierra -lamentablemente para
la pacífica convivencia a la que aspira todo ciudadano de
orden- es un lugar especial donde, por su situación
geográfica y cercanía con ese tercer mundo tan dado a
ilegalidades, los fuera de la Ley consiguen mezclarse y
mimetizarse entre los ciudadanos de bien logrando, a veces,
pasar desapercibidos. Funcionan casi con la estrategia de la
famosa resistencia francesa contra los nazis durante la
segunda guerra mundial. Aunque en esta ocasión lo que se
busque sea desestabilización social. Basados en la
demagógica palabrería de la opresión por causas étnicas,
logran captar la atención del menos favorecido a quien ganan
con el verbo fácil y con la idea transmisora de una
subjetiva y mal llamada justicia a la que invocan para mover
masas convertidas en irracionales. No hace mucho la supuesta
Europa más civilizada ha sufrido en su terreno
circunstancias similares.
Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad continúan haciendo su
trabajo callado pero con grandes dosis de éxito como lo han
sido las operaciones llevadas a cabo por la Policía Nacional
y la Guardia Civil en los últimos días. Incluso trabaja para
atajar cualquier foco que pudiera atentar contra la pacífica
convivencia de esta ciudad. La sociedad del bienestar, a la
que aspira todo ciudadano sea de la cultura que sea, se
consigue en Ceuta desde la convivencia, el respeto, la
educación desde la más tierna infancia con el aprendizaje
del amor a una tierra donde la mezcla y la coexistencia no
es un problema ni una dificultad, sino una riqueza añadida a
la condición de ceutí.
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