X¿Quién no ha tenido nunca una ilusión?, ¿quién no ha tenido
nunca la ilusión de dar la vuelta al mundo? y más aun ¿quién
no ha tenido nunca la ilusión de dar la vuelta al mundo
surcando los mares con su propio velero? Creo que ese sueño
o ilusión todo el mundo la ha sentido alguna vez, aunque
pocos son los que la han podido ver cumplida.
Son precisamente David Ortiz y su esposa Myriam Esparza, los
que después de muchos años de trabajo dedicado por entero a
sus empresas han decidido replantearse la vida e intentar
cumplir esa ilusión que siempre han tenido, la de dar la
vuelta al mundo en su propio velero.
David, pese a no haber nacido en nuestra ciudad se siente
caballa hasta la médula. El llegó con sus padres y sus
hermanos a Ceuta en el año 60 cuando tan solo contaba con
siete años. Ya desde muy joven sentía como entre el mar y él
crecía una estrecha relación, aprendiendo a navegar con su
padre en una embarcación de vela llamada “Merika”.
Posteriormente, una vez que en Ceuta comenzara la afición a
la vela, se hizo monitor para intentar trasmitir sus mismos
sentimientos a muchos otros ceutíes.
Con tristeza y pesar tuvo que marcharse de Ceuta para
afincarse en Cádiz a la edad de 18 años, aunque no se
desvinculó nunca del mar y las embarcaciones, no en vano
estuvo embarcado durante un tiempo en un barco de la marina
mercante. Tras un largo periodo en Cádiz, nuevamente los
proyectos laborales lo llevaron hasta Valencia donde
continuó impregnándose de ese ambiente marino que sólo se
respira en las zonas costeras, aunque nuevamente razones
empresariales lo llevan hasta Madrid donde poco a poco fue
notando que pese a tener a su mujer y sus hijos cerca de él,
pese a tener numerosas empresas a su cargo y tener la vida
más que resuelta, le faltaba algo esencial que le provocaba
profundo estado de melancolía: el mar, sus brisas sus
gaviotas.
A tal punto llegaba esa añoranza por el inmenso azul marino
que allá por el año 1999 le planteó a su mujer comprar un
barco e ir realizando, cuando el trabajo y el tiempo lo
permitía, diversos viajes que les han llevado a conocer
países como Italia ó Grecia. Tan positivas fueron las
experiencias vividas que, hace tres años, el planteamiento
fue mucho más ambicioso ya que decidieron cambiar de vida,
desprenderse de sus empresas, romper con la rutina y empezar
a vivir la vida útil que les queda ya que tal y como
afirmaba David “nadie sabe cuando se puede acabar esta vida
y hay que disfrutar de ella”.
El pasado día 3 del presente mes de noviembre comenzaron
esta apasionante aventura, no se han marcado un tiempo fijo
pero si destacan que el viaje puede prolongarse en unos tres
a cuatro años navegando. El objetivo primero marcado para
esta aventura ha sido hacer escala en nuestra ciudad ya que
tal y como comentaba David Ortiz “parte de mi corazón
siempre ha estado aquí donde aprendí a navegar y donde el
veneno del mar y el veneno de la vela se me introdujo en la
sangre”.
Con respecto a como ha notado la ciudad después de casi
treinta años, David destacaba que la ha visto muy cambiada
para mejor, destacando que Ceuta ha pasado de tener un
aspecto colonial a presentar una perfecta tarjeta de ciudad
europea gracias a las mejoras que se le está incluyendo,
algo que tanto a él como a su mujer les ha agradado.
La primera etapa del viaje
En esta primera etapa lo primero que van hacer es partir
esta tarde desde nuestra ciudad hacia Canarias, donde espera
que los vientos aliseos comiencen a soplar para
posteriormente poner rumbo al Caribe donde estarán un tiempo
para seguidamente dirigirse hasta el Cabo de Hornos donde
esperan doblar hacia arriba, con el verano austral, para
dirigirse hasta la Isla de Robinson, la Isla de Pascua e
intentar estar llegando, a mediados del 2006 o finales de
dicho año, a la Polinesia donde permanecerán aproximadamente
unos diez meses para posteriormente volver por Australia y
doblar finalmente el Cabo Buena Esperanza por la parte baja
de África e ir así acercándose al final de esta magnífica
aventura.
Tanto David como su esposa Myriam coincidieron en afirmar
que cuando estén finalizando este viaje tienen la intención
de regresar a nuestra ciudad para hacernos partícipes de su
maravilloso recorrido.
Un libro
Durante estos cuatro años aproximadamente que se espera que
dure el viaje, David y Myriam tienen pensado ir escribiendo
un libro con sus anécdotas y recogiendo información de
cuales son las mejores rutas a seguir, algo que sirva para
futuros viajeros que intenten realizar el mismo recorrido
que ellos.
La embarcación Ilusión 2º
La embarcación, de cincuenta y dos pies, con 15 metros de
eslora entre puntales, cinco metros de manga y un calado de
2 metros, lleva una superficie vélica de 150 metros cuadrado
de vela, y está catalogado como un barco rápido, a caballo
entre un barco oceánico y un barco de regata.
Ilusión 2º está equipado con los últimos avances
tecnológicos que provoca que exista una perfecta conexión
con todo el mundo, se encuentre donde se encuentre, además
de contar con diferentes sistemas de navegación, de
cartografía, comunicación, etc., por si tuvienes cualquier
tipo de percance. Además lleva paneles solares y un eólico
que le da una autonomía total de electricidad para no tener
que entrar en puerto.
El barco tiene autonomía de 2000 litros de agua para el aseo
personal y para cocinar, además de 150 litros en botellas de
agua, y comida para aproximadamente un mes, aunque David
destacaba que gracias al “curry” la caña que lleva el barco,
ha dado como resultado que hayan comido casi todos los días
pescado.
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