Mucho se ha hablado de la
anunciada visita a Ceuta y Melilla de José Luis Rodríguez
Zapatero. Una decisión que causó sorpresa general y que ha
tenido abundante tratamiento en todos los medios.
En Ceuta se sigue hablando de lo que será un acontecimiento
en su día, mientras que los socialistas ceutíes se siguen
relamiendo de gusto por el paso adelante que dio el
presidente del Gobierno en el Senado. Lo cual supuso para
ellos un soplo de aire fresco y una tonelada de estímulo
para seguir en la brecha. Porque, aunque tengamos que
redoblar el tambor, lo cierto es que después de lo ocurrido
en la cumbre hispano-marroquí el futuro de Antonia María
Palomo y los suyos era más incierto, pero mucho más, que el
de la Asociación Deportiva Ceuta.
Sin embargo, cuando en la sede de la calle Daoíz se sigue
disfrutando de la noticia más importante ocurrida en el
Debate del estado de las autonomías, los hay ya
desenterrando el futuro de todo lo malo que puede sucederle
a España y, sobre todo, a Ceuta, Melilla y en menor medida a
las Islas Canarias, si ZP no satisface los caprichos de
Mohamed VI.
Los agoreros han comenzado ya a recordarnos que el Rey de
Marruecos tiene cogido a ZP por la parte más dolorosa de la
entrepierna. Y que muy pronto principiará a retorcerle los
adminículos hasta que diga que el Sahara Occidental es solo
de Marruecos y nada más que de Marruecos. En caso contrario,
es decir, si nuestro presidente se resiste, los adivinos
anuncian que la venganza del moro será terrible. Máxime
cuando éste cree que sus antecesores no habían encontrado un
gobierno en Madrid tan propicio como el actual para
apretarle las tuercas
Al menos eso es lo que escriben los periodistas y analistas
afines al PP. Que todo hay que decirlo. De todos modos, los
afines tampoco pueden olvidar que en el preocupante rearme
marroquí, la industria armamentística española tuvo su
participación, precisamente en tiempos donde gobernaba Aznar
y sin que éste dijera ni pío al respecto.
Pero vayamos al quid del asunto: que no es otro que lo que
puede ocurrirle a Ceuta si ZP se planta ante el sobrino del
rey Juan Carlos I y le dice que él no puede ceder un ápice
en lo del Sahara Occidental porque en España se le echarían
encima hasta los suyos. Y entonces, según los pájaros de mal
agüero, llegarían los días difíciles para nuestra ciudad. Lo
primero que predicen son conflictos de baja intensidad en
Ceuta por parte de Marruecos. Aprovechando los vínculos
religiosos entre la población musulmana. Y dan por hecho que
Mohamed VI, mucho más práctico que su padre Hassan II, no
dudaría en meternos en Ceuta la marea negra de los
subsaharianos. Como verán ustedes, si uno no fuera un
espíritu fuerte, terminaría deprimiéndose ante el panorama
que nos presentan los analistas que dicen mantener contactos
con el Centro Nacional de Inteligencia.
Lo que no entiendo, a estas alturas, es que conociendo ZP
todo lo que se le avecina, se haya atrevido a declarar que
visitará Ceuta y Melilla, allá cuando el 2006 esté dando sus
primeros pasos. Aquí me pierdo, la verdad sea dicha. Puesto
que esa postura no encaja en absoluto con la línea de los
gobiernos españoles: siempre atentos a no herir la
susceptibilidad de los dirigentes marroquíes. Y no me hablen
de lo de Perejil: pues Aznar aprovechó los vientos alisios
americanos, para darse el gustazo de oponerse a los
caprichos de Mohamed VI. Y de paso pasar a la historia como
el presidente que fue capaz de darle al moro la justa
replica. Todo un Guerrero del Antifaz. En fin: lo mejor es
seguir pensando en que es un placer vivir en Ceuta.
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