No es nuevo para los ceutíes que
las obras que se llevan ejecutando dentro del Programa Agua
del Ministerio de Medio Ambiente -en colaboración con la
Ciudad Autónoma- en la red de Abastecimiento de aguas, están
destinadas a evitar las cuantiosas pérdidas que se producían
en las vetustas tuberías que recorrían el subsuelo de Ceuta.
Un modo de no desperdiciar la poca agua que por efecto de la
pertinaz sequía afecta a esta parte de la cuenca
hidrográfica del Guadalquivir.
Como consecuencia de la mejora en el servicio a los ceutíes
y que el agua llegue hasta los hogares en la cantidad que
manan a diario los depósitos de la Ciudad, las obras se
estiman no sólo como importantes, sino como de vital
importancia.
La Ciudad ha anunciado que los trabajos de Ipocsa concluirán
a finales del mes en el centro pero mientras tanto la
incomodidad para los conductores va a ser manifiesta aunque
necesaria para el bien general de la ciudadanía que se
beneficiará, a posteriori, del arreglo global de la red de
abastecimiento.
Los cortes al tráfico rodado, la redistribución del sentido
de la conducción por las calles de Ceuta va a ser una
realidad que habrá que soportar pacientemente y con gran
dosis de resignación. La necesidad de los arreglos no da
lugar a opción distinta a la que, por obligación, se ha
tomado.
Los ciudadanos deberán, no obstante, conocer con antelación
el desarrollo de los nuevos sentidos del tráfico como para
que el próximo lunes no se vea excesivamente afectada la
circulación que de por sí será complicada.
Decíamos, no hace mucho, que los servicios públicos, en este
caso taxis, pueden ayudar a minorar los efectos predecibles
del tráfico en la zona centro. Pero evidentemente sólo será
la paciencia y la previsión la que haga superar las
inconveniencias de estas obras que son vitales para Ceuta.
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