En este fermosos país llamado
España, según sea el color de quien gobierne así deberán ser
las cosas, porque todo lo que hicieron los gobiernos
anteriores que no piensan como ellos es malo y hay que
cambiarlo.
Enorme error de los políticos de turno porque, se quiera o
no, los gobiernos que no piensan como ellos, algo bueno
tuvieron que hacer, no todo iba a ser malo. Pero eso, al
parecer, lo de cambiar todo cuanto huela a anterior es una
máxima sin cumplir la cual dejaríamos de ser españoles y
este fermoso país dejaría de ser España. Usted, Pepita la
portera y servidor somos así, qué le vamos a hacer.
En lo que llevamos de democracia, si la memoria no me falla,
hemos cambiado la Ley de Educación siete veces, dependiendo
del gobierno de turno. Y la verdad sea dicha, a estas
alturas, esa Ley tanto las de unos como las de otros deja
mucho que desear.
Hasta ahora, con todos susdefectos, la enseñanza de nuestra
época, de los que ya peinamos canas, en conocimiento de los
alumnos es muy superior a todos las que noshan traído la
democracia y sus diferentes gobiernos.
A las pruebas nos podemos remitir, cualquier alumno de los
de esa época le daría, a los alumnos de hoy, sopas con ondas
en cuanto a conocimientos culturales se refiere.
Es fácil demostrarlo, cogemos a un par de alumnos de aquella
época y los enfrentamos a otro par de hoy día, para hablar
de cualquiera de las materias incluso de matématicas sin
tener que usar la dichosa calculadora.
Pero, claro, es de “aquella época” y de ninguna de las
maneras se puede aceptar. Y por qué razón si era buena no se
puede aceptar lo mejor que tenía esa educación y rechazar lo
que peor que tuvíese. No lo entiendo.
El fracaso escolar cada vez es mayor. En “aquella época”, me
refiero al sistema educativo no había tanto fracaso escolar
y los padres procuraban, por todos los medios a su alcance,
que sus hijos lograsen ser en la vida mucho más de lo que
ellos habían sido preocupándose, en todo momento, de la
educación de ellos sin, por supuesto, si el niño suspendía
ira buscar al maestro toda la familia para darle un par de
“galletas”.
Y en esto de ir a darle un par de “galletas” al maestro no
toda la culpa se la vamos a echar a los padres o familiares
de los alumnos. Aquí, cabría decir, el que esté libre de
pecado que tire la primera piedra. Han sido muchos los
maestros que por aquello de la falsa progresía o por ser,
porque se lleva mucho, eso de ser más “progre” que nadie,
han permitido unas confianzas a los alumnos que les ha
llevado a tratarlos como si de un”amiguete” se tratase. Los
errores se pagan y, algunos de ellos, a muy alto precio.
Guste o deje de gustar a estos “progres” de pacotillas, el
maestro es el maestro y el alumno es el alumno. No hay más
Fuimos muchos los hijos de trabjadores, que gracias al tesón
de nuestrs padres y al esfuerzo que hubimos de realizar,
conseguimos ser más que ellos en la vida.
Por supuesto que tuivimos que relizar esfuerzo,. Nos nos
dieron nada hecho había que incar los codos y estudiar cada
día para conseguir salir adelante y alcanzar la meta que nos
habíamos propuestos tanto nosotro como nuestros padres.
Naturalmente que fueron muchos los que se
quedarondescolgados teniendo que repetir cursos. Es ley de
vida, unos eran más listos y otros eran más torpes.
Lo que no podía ser de ninguna de las maneras que unos
alumnos se partiesen el alma estudiando para sacar el curso
y otro sin esfuerzo ninguno pasasen también de curso.
Cómo es posible que, hoy día, se pase de curso con tres
asignaturas pendientes. O sea un niño no sabe sumar y puede
pasar al curso siguiente donde tiene que restar y si
suspende, por lógica, pasa el siguiente curso donde tiene
que multiplicar sin saber sumar y restar. Manda... la cosa
O sea se premia igual a los buenos alumnos que han trabajado
todo el curso que a todos esos malos alumnos que no han
hecho esfuerzo alguno pero que se les permite pasar, con
tres asignaturas pendientes, al curso siguente. Por mi santa
que no entiendo nada de nada.
Nada me extraña de que cientos de miles de personas se
manifestaron por las calles de Madrid rechazando la Ley
Orgánica de Eseñanza y no por la asignatura de religión como
nos quieren hacer creer. Es que esa Ley de Educación no es
todo lo buena que debiera ser. Más bien es malilla.
Como español siento vergüenza de que estémos en el vagón de
cola de la educación europea, donde sólo estámos por delante
de Portugal y Malta .
Me da igual que se estudie o se deje de estudiar religión o
que la religión sea asignatura obligatoria o deje de serlo.
Lo que no me da igual es que éste sistema educativo nos
lleve a la cola de Europa.
Se han perdido valores muy importantes y no sólo para la
educación de nuestros jóvenes.
Un país sin esos valores está condenado a arrastrarse en el
pelotón de cola. Ea
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