La Ciudad, las barriadas y las
empresas Urbaser y Limser continúan trabajando, colaborando
y coordinados en la lucha por mantener límpias las calles de
Ceuta, algo que se conseguirá mejor si los ciudadanos
participan aplicando simplemente el ejercicio básico de
civismo que debe establecerse en cualquier comunidad.
El nuevo plan de limpieza profunda de acerados y calles que
tendrá continuidad en el tiempo pretende eliminar las
notables suciedades que permanecen como consecuencia de un
pésimo uso cívico de las zonas ciudadanas comunes.
Implicada la Federación Provincial de Asociaciones de
Vecinos, involucrada -como no puede ser menos- la Ciudad
Autónoma a través de su Consejería de Medio Ambiente y las
empresas dedicadas a la limpieza de Ceuta, la medida irá
dando fruto en tanto los ciudadanos eviten arrojar al suelo
elementos que provocan manchas de difícil limpieza. Del
mismo modo, excrementos y orines de perros, gatos... y de
humanos son propicios para mantener una imagen muy poco
pulcra de nuestras calles y aceras. El que en vez de
caminar, debamos ir practicando ‘Slalom’, no parece método
adecuado para disfrutar de la ciudad, ni los propios, ni los
extraños quienes son los primeros críticos de tal
circunstancia.
No está nada mal que se empleen métodos contundentes de
limpieza, como los que se van a poner en práctica desde hoy,
pero también sería necesario el que los agentes de la
Policía Local, respaldado por la ordenanza respectiva,
comiencen a tomar cartas en el asuntos y demandar, mediante
las pertinenetes multas administrativas, un mejor
comportamiento hacia la colectividad de quienes osan -y son
numerosos- perturbar la limpieza de nuestras calles y
aceras. Esputos, chicles, excrementos y ese amplísimo etc...
que se arrojen en los lugares más apropiados y no donde
pisamos todos.
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