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OPINIÓN - DOMINGO 6 DE NOVIEMBRE DE 2005

 
OPINIÓN / EDITORIAL

La caravana se quedó a medio camino

El desconocimiento de la realidad cotidiana en el perímetro fronterizo por parte de los colectivos asentados en la península fue el motor que erróneamente dirigió ‘la caravana contra la valla de la muerte’ hasta la infraestructura fronteriza de la Ciudad Autónoma. Avalados por la ilusión y no por la cordura, más de cuatrocientas personas desembarcaron ayer en Ceuta y sin más se dirigieron entre gritos hasta la zona del asalto, donde abuchearon a las fuerzas de seguridad a modo de reprimenda por la labor prestada la noche de la avalancha masiva de irregulares. Las buenas intenciones del colectivo quedaron eclipsadas por su ignorancia en torno la calma que se respira a diario en perímetro fronterizo ceutí. ¿Por qué este desembarco contra la valla española cuando ningún irregular ha muerto a manos de fuerzas españolas y demostrado está con hechos y testimonios que la actuación de Guardia Civil, Policía Nacional y Policía Local superó la corrección? ¿Es consciente la caravana de las medidas emprendidas por la Administración General del Estado para impermeabilizar la frontera y garantizar la integridad física de los irregulares y los múltiples llamamientos emitidos por el Ejecutivo nacional y local a la Unión Europea en busca de soluciones internacionales al problema? Por sus gritos, por sus reivindicaciones y por su actitud represiva hacia los efectivos de la Guardia Civil, la caravana tiene más contra la valla, mero obstáculo, que contra la pobreza en el tercer mundo, problema matriz de la inmigración irregular. La imagen de una Ceuta asediada por inmigrantes subsaharianos presente en los medios de comunicación nacionales colabora a crispar los ánimos de grupos que hacen del fenómeno migratorio una reivindicación sin base sólida y fundamentada. La violación de derechos humanos, la valla que mata, la administración que tarda en reaccionar y el día a día de sufrimiento están al otro lado del perímetro. Que la caravana cruce la valla y conozca la realidad.
 

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