XAcemigra se pronunció ayer sobre la situación del barracón
de la zona del Sardinero, un asunto “enconado y de difícil
solución” por lo que el organismo apuesta por una
colaboración y trabajo conjunto entre la Ciudad y la
Delegación de Gobierno.
Gonzalo Sanz, presidente de Acemigra, señaló ayer que cada
institución ha de asumir las competencias que le son
propias. Por un lado, a la Delegación de Gobierno le toca
incrementar los esfuerzos en el ámbito policial. Así,
Acemigra señala la necesidad de hacer efectivos los
controles de identificación de los inmigrantes, así como la
aplicación de la Ley de Extranjería.
De esta manera, el colectivo cree que se deben tomar
posiciones “más valientes” respecto al colectivo argelino,
de cara a agilizar los trámites de asilo político que muchos
de ellos han comenzado a tramitar. Acemigra señala que es
importante imprimir rapidez a este tipo de procesos.
En cuanto a las competencias de la Ciudad Autónoma, Acemigra
apunta a la Consejería de Medio Ambiente y en concreto a los
servicios de limpieza que, a su juicio, no pueden aplicar
“soluciones puntuales” sino que tienen que coordinar “una
brigada especial” dotada con medios que podrían traerse de
la Península incluso. “La Consejería tiene que pringarse”.
También el departamento de Urbanismo es susceptible de
trabajar en el asunto a juicio de la asociación, para
“asegurarse de quién es el dueño del barracón”. A partir de
ahí, tendría que comenzar una negociación sobre el vallado
que rodea el edificio, porque el muro actual no es una
solución adecuada.
Gonzalo Sanz mostró ayer su solidaridad con los vecinos de
la zona y apostó por aportar “soluciones constructivas y
sensatas”.
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