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Previsto está que sea en este mes
de noviembre cuando finalicen las obras de la llamada
‘Marina Seca’, es decir, nada menos que 7.000 metros
cuadrados de avanzadas tecnologías que convertirán a Ceuta
en un lugar de referencia para las reparaciones de
embarcaciones de recreo o no, de pequeño y mediano tamaño.
De hecho no existe en otro puerto unas instalaciones capaces
de albergar y/o transportar, en su travel-lift, naves de
hasta 300 toneladas de peso y de 40 metros de eslora.
Su puesta en funcionamiento, prevista para antes de que
finalice este año 2005, supondrá un valor añadido al puerto
de Ceuta donde el sector náutico del Mediterráneo más
occidental podrá encontrar ese lugar adecuado donde reparar
sus embarcaciones.
Una apuesta de 4 millones de euros que mantiene grandes
expectativas de futuro y que ayudará a revolucionar, ¿por
qué no?, la creciente actividad portuaria en nuestra Ciudad
Autónoma.
Si bien la ‘Marina Seca’ es un proyecto convertido
actualmente en una palpable realidad que verá la luz a lo
largo de este mes para iniciar la actividad en diciembre, La
Autoridad Portuaria de Ceuta, además de contar -cada vez
más- con la presencia de cruceros en sus muelles (uno de
ellos llega esta mañana), incentivando así -para la Ciudad-
el llamado turismo crucerístico, está empeñado -de paso- en
culminar la ampliación del Muelle de Poniente desde el que
potenciar la actividad económica industrial de
manufacturación sometida a las benevolencias de la regla de
orígen.
Aspirar a un muelle de contenedores no sólo debe estar
siempre presente, sino que tiene que convertirse en el
objetivo si no central, sí colateral a las mejoras que se
añaden de modo constante a nuestro puerto en las dos últimas
décadas.
Son ya 100 años y el puerto cuenta con la gran
responsabilidad y el orgulloso deber de continuar siendo uno
de los pulmones de la actividad económica de Ceuta.
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OPINIÓN / EDITORIAL
