Los presidentes de las todavía
Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla, Vivas e Imbroda
respectivamente, han vuelto a comprobar el nivel de
conocimiento que Su Majestad El Rey dispone de estas dos
ciudades españolas en el norte de África.
Muy preocupado, el monarca, por las consecuencias sobre
ambas localidades en lo referente a la inmigración ilegal,
Don Juan Carlos consideró que es un fenómeno que trasciende
de España y debe ser considerado a un nivel mucho más global
con la participación de Europa dado, como dijo el Jefe del
Estado, que tanto Ceuta como Melilla son las
representaciones españolas de la propia Unión Europea en el
norte del continente africano.
Vivas por la tarde e Imbroda por la mañana le realizaron un
recorrido al Rey por la historia que, por cierto ya conocía,
de las ciudades de Ceuta y Melilla, realizando especial
hincapié en que sus antecesores viajaron oficialmente a las
dos ciudades como reyes (en referencia a Alfonso XIII,
abuelo de Don Juan Carlos) y conversaron de la última visita
real cuando ejercía labores de Príncipe de España, en un
viaje realizado junto a Doña Sofía hace casi cuarenta años.
Trasciende, no obstante el hecho, de que el monarca no
quisiera acabar su reinado sin visitar estas dos ciudades,
las únicas autonomías que no han recibido a Sus Majestades
durante los ya treinta años de responsabilidad de Don Juan
Carlos como Jefe del Estado. Quizá, y se oyen claramente
rumores al efecto, Don Juan Carlos pudiera -como
consecuencia de este aniversario- completar con estas
visitas su periplo oficial como Rey por toda la geografía
del Estado.
Este hecho, unido a que el Ejecutivo -que es quien decide
finalmente los viajes oficiales de Su Majestad- pudiera
estar por la labor de que este objetivo de ceutíes y
melillenses se cumpla, traería como consecuencia una casi
cantada ya visita real tanto a Ceuta como a Melilla., de la
que por cierto, Juan Vivas habría podido obtener alguna
infoormación ‘off de record’, donde, por ser así, seguirá
quedando el asunto.
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