En la mañana del miércoles,
leyendo las noticias en Internet, la primera que se me viene
a los ojos es la que se refiere a que el Rey recibirá hoy,
en la Zarzuela, a Vivas e Imbroda. El hecho, por ser tan
importante en los tiempos que corren, despierta mi interés y
decido ver de qué forma lo trata la prensa local. Y descubro
los siguientes titulares: “El Rey recibirá mañana en la
Zarzuela a Vivas e Imbroda” (Sur Digital). “El Rey, Juan
Carlos, recibirá mañana en audiencia al presidente de la
Ciudad” (El Pueblo de Ceuta). “El Rey convoca de urgencia a
Vivas e Imbroda” (El Faro). Y, además, refuerza el titular
de la siguiente manera: “La petición ha partido desde la
propia Casa Real y fue conocida ayer por los presidentes”.
Los dos primeros periódicos, es decir, El Sur Digital y El
Pueblo de Ceuta, se limitan a dar la noticia y uno de ellos
aclara que el recibimiento se produce ocho días después de
que el presidente de Melilla, Juan José Imbroda, anunciara
públicamente que había remitido una carta a la Zarzuela para
ser recibido por el Rey.
El tercer medio, sin embargo, me llena de dudas: ¿está
informando u opinando? En principio, porque me hace creer
que la petición de la entrevista ha partido de la Casa Real
y no procede, como en otras ocasiones, de los alcaldes de
las ciudades autónomas. Y continúa la nota, con cierto aire
de misterio, contándonos sobre la autoría de rumores, meses
atrás, en los que hablaban de la visita del Rey. Pues bien,
a diferencia de la noticia, objetiva e informativa, nos
encontramos con un remedo de crónica, es decir de una
noticia ampliada y donde la cronista, carente de brillantez,
se arma un lío morrocotudo, confundiendo a sus lectores.
En mi caso, deduzco que el Rey, tras la misiva de Imbroda,
decidió recibirlo y no olvidó a Vivas. Porque hubiera sido
un desaire dejar a éste fuera de concurso. De todos modos,
podría ser que el rey Juan Carlos I, tras analizar los
últimos momentos de la vida española, hubiera decidido
visitar Ceuta y Melilla: como gesto ineludible, cuando se
viene hablando tanto de cómo los partidos nacionalistas
tratan de acabar con la unidad de España. Y, claro, nada
mejor que ponerlo en conocimiento de ambos presidentes. Pero
mucho me temo que las cosas vayan por otros derroteros. En
fin, lo que sea sonará...
Lo que no sé es si sonará tan fuerte como puede hacerlo otro
hecho del cual me han enterado recientemente. Se trata del
presunto enfrentamiento de Juan Luis Aróstegui con José
María Fidalgo, secretario general de CCOO. Un desencuentro
que puede terminar en los juzgados. Y todo, según me han
informado, debido al maldito dinero. Puesto que Aróstegui,
al parecer, lleva ya mucho tiempo sin enviar un duro a la
sede central de su sindicato. Es decir, que se niega a
distribuir proporcionalmente las cuotas de pago de los
afiliados ceutíes. Lo cual ha encendido a Fidalgo y puede
que ya esté tomando medidas para impedir que Aróstegui pueda
presentarse a la reelección como baranda principal de CCOO
en Ceuta. Algo que está anunciado para el próximo día 27.
Muchas han sido las veces que he mostrado mi desacuerdo con
el hombre que trata de darnos, una y otra vez, lecciones de
moral y que está convencido de haber nacido con una mente
preclara para todo lo que él decida realizar. Alguien a
quien le puede, a partes iguales, su comportamiento altanero
como sus salidas de tono por mor de unas frustraciones
políticas que no digiere. Pero me niego a creer que haya
sido tan estúpido como para no enviar los dineros
correspondientes a la sede central del sindicato que
representa: CCOO. Así se lo he hecho saber a quienes me han
puesto al tanto del asunto.
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