Publicábamos recientemente la
denuncia que decenas de vecinos de la zona planteaban sobre
las constantes idas y venidas, el permanente fluir de gentes
de apariencia irregular y que provocaban, según vecinos y
afectados por esta presencia de inmigrantes, una notable
sensación de inseguridad y unos inaguantables olores propios
de putrefacción en la zona del Sardinero y, en concreto, en
el Residencial Galera.
Aseguraban y siguen asegurando que cientos de ellos pululan
a diario en un, repetimos, ir y venir constante.
Delegación del Gobierno insiste en que, oficialmente, el
número de argelinos ‘controlados’ que habitan o pernoctan en
el lugar es de una cifra muy inferior al medio centenar. En
principio, es cierto que muchos de los que dicen ser
argelinos, lo que en realidad son marroquíes. El objeto del
engaño es el de no ser repatriado tan rápidamente. Pero
también hay argelinos y bastantes más de los que dicen.
Según los propios argelinos, el colectivo está más próximo a
los cien que a los treinta, pero sólo es una cuestión de
suma.
Lo que nadie duda es de que este barracón, de propiedad
privada y que ya ha sido tapiado y desinfectado en más de
una ocasión por los operarios de la Ciudad Autónoma vuelve,
una vez sí y otra también, a ser pensión improvisada para
los irregulares sin techo que deambulan cada día por nuestra
ciudad, argelinos o no, marroquíes o no.
La pregunta es que si son marroquíes ¿qué hacen en Ceuta de
madrugada?. Pensábamos que a las 12 de cada medianoche deben
haber cruzado la frontera de retorno a su país. ¿Se cumple
esta normativa?. La respuesta es no.
El CETI está completo, más que completo. Si hay 650 en el
Centro Temporal con capacidad para 512 y si en el Sardinero
se contabilizan oficialmente entre 30 y 40, más los
asiáticos que han aparecido sorpresivamente en Ceuta, la
respuesta es que la ciudad tiene más que colmada su
capacidad de acogida... y siguen entrando, la pensión ‘El
barracón’ es gratis.
|