Un año más, el dispositivo diseñado por la Ciudad, compuesto
por Bomberos, Policía, Cruz Roja, Guardia Civil, así como
Protección Civil, llevó a cabo las tareas de vigilancia y
asistencia en el Día de la Mochila. La coordinación corrió a
cargo de la Consejería de Medio Ambiente.
Los Cuerpos de Seguridad velaron por el cumplimiento de la
prohibición expresa de encender fuego en el monte, dictada a
nivel nacional con carácter preventivo. Las barbacoas
pudieron verse en las playas y alrededores de los paseos
marítimos, pero ni en el Hacho ni en García Aldave. Las
multas por prender fuego podían llegar a los 1.500 euros.
Los servicios desplegados recibieron en la mañana de ayer la
visita del consejero de Gobernación, Juan Antonio Rodríguez
Ferrón quien destacó que el extenso operativo, que ocupaba
zonas acotadas, estaba permitiendo que el festejo se
desarrollase “sin problemas”.
El consejero se refirió al Día de la Mochila como una
jornada “tranquila, para pasar en el campo y en familia”.
Apostó por que los servicios de emergencia, “preparados en
todo momento”, no tuvieran que realizar ninguna
intervención.
Los bomberos destacaban ayer que la jornada se estaba
desarrollando con tranquilidad.
Bomberos
Los efectivos se encontraban ubicados en el Monte Tortuga.
Otro equipo de apoyo recorrías las zonas donde se reunía la
gente para avisar en caso de que ocurriera algún incidente.
“La gente está concienciada y ha extremado las precauciones”
de cara a encender fuegos, explicó José Muñoz cabo del
servicio de los Bomberos. Por otro lado, apuntó que la
competencia de vigilar que los ceutíes no lo prendieran
estaba en manos de la Guardia Civil.
También señaló que este año disponen de una tienda de
campaña, facilitada por Protección Civil, donde pudieron
guardar mesas y otros instrumentos, así como comer. La
Policía Local reguló el tráfico en las inmediaciones del
Monte Hacho y en los puntos más concurridos.
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