Aseguran los comerciantes del
centro que se encuentran atravesando una crisis de grandes
dimensiones, jamás conocida y que tras un año sin subir
precios, las ventas al por menor han decrecido.
Consideran además que los inversores potenciales con los que
pueda contar la Ciudad, ven frenadas sus expectativas ante
el problema que supone el fenómeno migratorio de tan
actualidad en estos momentos, lo que ha supuesto ofrecerse
una imagen negativa y de incertidumbre de Ceuta en el plano
de la inversión privada.
Si a ello se le suman las obras que embellecerán el centro
de Ceuta pero que supone que los empresarios hayan visto
afectadas su ventas, según reconocen los propios
comerciantes, tenemos un panorama complicado entre el sector
de la pequeña y mediana empresa que en este país y, por
supuesto, en esta ciudad es el que debería soportar un muy
alto porcentaje de puestos de trabajo.
Dicho esto, no vendría nada mal, por un lado paciencia
porque de seguro llegarán tiempos mejores y para ello se
están tomando medidas (reducción del Ipsi, adecentamiento de
la zona centro de la ciudad, lucha por la defensa de los
intereses de Ceuta a niveles supra-nacionales...).
La inmigración es un problema sí y de la que tienen que
tomar conciencia los países que componen una de la asociones
de naciones más poderosas del mundo, Europa. Porque afecta a
sus fronteras. El hecho de abrirse tan pronto al Este sin
preocuparse de su flanco Suroeste ha sido un error tan de
bulto que economicamente ha afectado irremisiblemente a
Ceuta al salir del llamado objetivo uno, ahora denominado
fondos de contingencias. Bien harán políticos, con
posibilidad de luchar en determinados foros, en poder
solventar, de algún modo, esta situación. Se debe potenciar
a los países de donde manan inmigrantes sí, y a los países
de paso para un mayor control, pero ¿y de las ciudades con
frontera terrestre que vienen soportando este problema,
hasta que deje de serlo?
|