Una vez más Ceuta se ha situado en
un plano de relevancia en el panorama mediático nacional. Y
no debe ser malo, atendiendo al mensaje de nuestro
cervantino Don Quijote a Sancho... “ladran, luego
cabalgamos”. Dicho esto, mirando siempre el lado positivo de
las cosas, la nueva pugna política termina siendo una
defensa a ultranza de la españolidad de Ceuta.
Si bien Mariano Rajoy afirma que “no hay que informar a
Marruecos de la visita de un presidente a territorio
nacional... ¡hasta ahí podríamos llegar!”, el presidente del
Gobierno mediante la figura del secretario de Estado de
Comunicación, Fernando Moraleda argumenta que Zapatero “no
piensa comunicar a Marruecos su visita a Ceuta y Melilla”,
por el mismo argumento -razonan- que el expresado por Rajoy.
Por lo tanto ¿dónde está el problema?.
La información de ‘Europa Press’ de la que no dudamos, por
supuesto, proviene -según la agencia- de fuentes
gubernamentales y se reafirman en que es una información
veraz.
Probablemente -decimos- esa filtración no haya salido desde
el complejo de Moncloa, como no sólo se sugiere, sino que se
defiende a capa y espada por los estamentos de comunicación
satélites del Ministerio de la Presidencia y del Gabinete
del presidente. Y llevarán razón, no lo dudamos. Pero la
agencia Europa Press cita fuentes gubernamentales no
señalando de dónde.
Es por ello por lo que no sería muy difícil razonar que el
Ministerio de Asuntos Exteriores podría habérsele ido un
poco ‘la pinza’, sobre todo, porque la callada del Gabinete
de Moratinos, a quien también se refería el teletipo de la
agencia de información, ni ha desmentido, ni ha afirmado,
simplemente ha callado.
Claro que tratándose de una visita del presidente del
Gobierno de España a una autonomía española, no pintaría
nada Asuntos Exteriores, porque de confirmarse su
participación aún sería mucho peor ya que Ceuta no es para
tratarla desde ese Ministerio salvo para su defensa en
entidades supranacionales.
Seguiremos observando.
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