El entrenador de la Unión África Ceutí, Julio Latas, está
moderadamente satisfecho con la marcha del equipo en el
grupo D de la Primera Estatal de balonmano, donde ocupa la
sexta posición de la tabla con 16 puntos, y aspira a escalar
puestos hasta alcanzar una de las dos primeras plazas que
dan derecho a jugar los sectores de ascenso a la División de
Honor B. Para ello, el técnico cacereño arraigado en
Pontevedra considera que hay que solventar el primer choque
de 2006 en el Díaz-Flor contra el Gades Asisa, el colista, y
darlo todo en los próximos desplazamientos a las canchas del
Puerto Sagunto, segundo clasificado con 21 puntos, y del
Puertollano. “Hablando en términos náuticos, en las
siguientes salidas abordamos dos puertos que tenemos que
atracar, ya que nos jugamos muchísimas posibilidades. Si
somos capaces de sacar algo positivo ante el Puerto Sagunto
y el Puertollano estaremos plenamente inmersos, incluso, en
la lucha por la primera plaza y podremos aspirar a todo.
Pero si los resultados no son los apeticidos, habrá que
completar la competición con dignidad”, afirma el
preparador, quien añade que “la segunda vuelta de la
competición será más abierta y reñida que la primera”. “Hay
equipos de la zona media, como UCAM Abaranera, Somersen
Mijas o Petrer, que están en línea ascendente y van a dar
más de un disgusto que nos puede venir bien”, explica.
Julio Latas, asimismo, ha querido realizar un balance
cuando, llegados al parón navideño, se ha cumplido la mitad
del campeonato liguero. “El análisis arroja un resultado
positivo, ya que he encontrado un grupo confeccionado al que
me he adaptado bien. No obstante, podría ser mejor”, asegura
el entrenador, quien precisa que “iniciamos la temporada muy
enchufados, pero luego tuvimos una serie de contratiempos
que nos han condicionado mucho”.
Entre ellos, el técnico caballa ha señalado la lesión de
hombro de Pedro Bago, el desacierto arbitral en algunas
salidas y la escasa pegada de sus hombres lejos de su feudo.
“Pedro ha sufrido una lesión que, desde el cuarto partido
hasta hace dos jornadas, le ha impedido aportar nada al
equipo. Su ausencia ha dejado muy mermada la primera línea y
ha provocado que baje muchísimo nuestro potencial. Otro
condicionante ha sido estar limitados en la primera línea,
sin un lateral derecho, un zurdo nato”, indica. “Otro lunar
en contra es no haber añadido más victorias en terreno
ajeno, donde el equipo no ha estado a la altura. No
obstante, algunos arbitrajes a domicilio, como los que
recibimos en las pistas del EBIDEM Melilla y del Almoradí
Mahersol, fueron nefastos y nos han perjudicado
soberanamente”, agrega.
La plantilla de la UA Ceutí, finalmente, sigue trabajando
para preparar el partido contra el Gades Asisa el próximo 14
de enero. “Cada jugador está siguiendo un plan específico de
entrenamiento y el día 9 nos reincorporaremos todos a la
disciplina del club”, concluye Latas.
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Latas no espera ningún regalo de Navidad para reforzar la
plantilla
El entrenador de la Unión África
Ceutí, Julio Latas, no duda en reconocer que el equipo
necesita fortalecer su debilitada primera línea, aunque
tampoco se hace ilusiones con la posibilidad de que la
entidad blanquinegra incorpore algún refuerzo en el mercado
de invierno. “No espero ningún regalo de Navidad. Sé que el
club ha recibido ofertas, como es lógico por estas fechas,
pero no hay nada. Si llega algún jugador, bienvenido sea, y
mucho más si es de categoría y nos ayuda en el juego
exterior y de primera línea. No me hago muchas ilusiones”,
afirma el técnico caballa, quien precisa que “sólo cuento
con los 17 jugadores que forman la plantilla”. “Con ellos
debemos buscar las soluciones y el máximo rendimiento que
puedan aportar”, apostilla.
Y es que el preparador extremeño no deja de expresar que sus
hombres están capacitados para alcanzar grandes cotas. “El
límite no lo veo ni ahora ni nunca. El límite siempre es
superarse. Nunca debemos renunciar a la opción de hacerlo
mejor y de aspirar a más y, de hecho, en cada partido
tratamos de salir a por todas. La plantilla puede dar más de
sí todavía. Quizá un hándicap es que está costando mucho
trabajo convencer a la gente de que puede dar más, que ellos
mismos se lo crean y se autoexijan”, finaliza.
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