Leo en la página 45 de nuestro
diario, del martes 20, una información de mi querido amigo y
admirado Juanma Navas. Y en el grueso de la misma una
información, de la que entresaco la que textualmente dice:
“Nos hemos equivocado con algunos jugadores en julio, pero
tenemos la oportunidad de rectificar en el mes de
diciembre”. La frase es de Ramón María Calderé……
Y como no dudo de que son palabras de Calderé, sólo me queda
añadir que “sombrerazo” para el técnico caballa, que ha
sabido reconocer, con toda humildad y públicamente, que algo
no se ha hecho bien. Y ya está. Se podrá analizar la
situación con más o menos crítica, pero la verdad no tiene
más que un camino y, aquel que la reconoce, tiene mucho más
mérito en reconocerlo que en haberse equivocado, sin que con
ello insinuemos que Calderé tenga toda la culpa de los
fichajes, a pesar de ser el máximo responsable.
De verdad, es así de fácil. Miren, lo tuvimos que hacer
precipitadamente… eso nos condujo a ciertos errores que
trataremos de subsanar, con lo que hemos visto en la actual
plantilla y lo que hay en el mercado….
Diciendo la verdad se va a todos sitios. Con humildad y
poniéndole nombre a todo, se le puede llamar a las cosas por
su nombre.
Insisto, otra cosa será el enfoque de los distintos medios a
la hora de informar. Más o menos crítica, pero al menos, la
parte activa no sentirá el acoso, si no que en conciencia,
cometido el error, cabe la rectificación.
Los fichajes han sido, en su mayoría, un fracaso. Si acaso,
desde que se vive por los lugares bajos de la tabla y se ha
visto que no hay más cera que la que arde se está aún a
tiempo de rectificar.
Primero, me consta que, a petición del máximo responsable
técnico, la directiva lleva haciendo gestiones, desde hace
más de dos meses. Se ha contactado con Crispi y Toledo para
conocer nombres. Nombres como Sosa, Neftalí, Montenegro,
Kiko Ratón, Bordás, Madrigal o Iván Asensio, se han barajado
como posible incorporaciones. Parece que suenan con más
intensidad Marcelo Verón y un futbolista que ya jugó en la
primera división. Sea como sea, aquí si que no podrán
equivocarse. Depende de ello la vida del artista.
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