El varadero de Marina Seca está prácticamente terminado a
falta de pequeños remates en la pavimentación que quedarán
finalizados, con toda seguridad, antes de finales de año.
“Toda la instalación de la obra civil y la edificación está
terminada a falta de pequeños detalles, así que a primeros
del año próximo podrá comenzar su actividad el varadero”,
explica el jefe de la Autoridad Portuaria, José Torrado.
Uno de los asuntos pendientes que marcará el inicio de la
actividad del varadero es la prueba a máxima carga de la
grúa del tipo ‘travel lift’, que se efectuará en las
primeras semanas de enero, una vez se encuentre el buque
adecuado para realizar la prueba. Esta grúa, con una
capacidad de izada de 320 toneladas, será una de las de
mayor calidad y potencia de España en una instalación de las
características de la Marina Seca. Los 6.200 metros
cuadrados de superficie del varadero contará con zonas
acondicionadas para la operatividad del ‘travel lift’.
Contará igualmente con 1.200 metros cuadrados de lámina de
agua, siendo la inversión total del proyecto de 15 millones
de euros.
A continuación, se iniciará la habilitación de las
instalaciones, compra del mobiliario de oficina, almacén y
la adquisición de la maquinaria pequeña.
Dos naves
El acondicionamiento final del varadero constará de una
carretilla con capacidad de trasladar barcos de hasta 70
toneladas y una grúa sobre cantil para embarcaciones
pequeñas. El varadero contará también con dos naves de gran
altura para efectuar reparaciones a cubierto que podrían ser
simultáneas. Adosados a estas dos naves hay habilitado un
espacio para el almacén y el taller. La superficie tiene la
característica de poder realizar también operaciones de
hibernada.
ITB
El varadero dará probablemente servicio de revisión
periódica, la llamada ITB o Inspección Técnica de Buques.
Este hecho, unido a la saturación que vive el mercado
náutico deportivo y al añadido de contar con unas
instalaciones de primera línea desde el puntode vista de
modernización y tecnología, parece asegurado que el tráfico
marítimo “fluído y de importancia estará asegurado”.
El varadero de Marina Seca hará reparaciones de todo tipo de
embarcaciones de hasta 320 toneladas y 40 metros de eslora,
lo cual incluye también la flota del sector pesquero de
Ceuta. “Se está estudiando también la posibilidad de que,
más adelante, el varadero sirva igualmente para la
construcción de embarcaciones de pequeño tamaño, de hasta 10
o 12 metros”, explicó el presidente de la Autoridad
Portuaria, José Torrado.
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El espigón se hará con 45 toneladas de roca
La draga ‘Real San Fernando’, que
lleva desde el pasado miércoles en el foso de San Felipe, ha
succionado ya 11.000 metros cúbicos de arena y sedimentos
sólidos en los cinco días que lleva dragando sin descanso.
Durante las jornadas del lunes 12 y martes 13, un grupo de
técnicos de la Delegación del Gobierno se dedicaron a
realizar las pruebas batimétricas para delimitar el calado
del foso.
Por otro lado, unas 45 toneladas de rocas han sido
trasladadas a la playa de La Ribera para comenzar la
construcción del espigón de forma inmediata, a partir del
año próximo.
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