Ana Moya, secretaria de organización de la Unión Federal de
Policía, expresaba recientemente su “satisfacción” por la
buena marcha de las jornadas sobre igualdad de género
organizadas desde la Plataforma de la Mujer Policía, en
colaboración con el Centro Asesor de la Mujer y la UFP. Una
de las razones del “éxito” de estos talleres ha sido la
asistencia masculina: treinta hombres frente a siete
mujeres, “una gran participación”.
Pero sobre todo, el “apoyo” de todos los compañeros frente a
los casos de discriminación que sufre la mujer en este
ámbito. Ana Moya indicó que el 4 por ciento es el cupo
máximo para la promoción y ascensos entre las agentes. Este
porcentaje, insuficiente para la responsable de organización
de la UFP, debería aumentar para frenar la discriminación
femenina a la hora de entrar, ascender, o promocionarse en
dentro del cuerpo. “Es como una selectividad y eso no debe
ser así”.
Ana Moya enumera otros de los escollos extras que ha de
superar la mujer en el cuerpo, como el hecho de vestir
prendas diseñadas para los hombres. El uso de los chalecos
provoca lesiones en el pecho al no estar adecuados al cuerpo
femenino. Moya recuerda tres casos que conoce, uno de ellos
muy grave. Ninguno de estos en Ceuta ya que las agentes
ocupan en su mayoría puestos administrativos o de
auxiliares. Hasta hace poco, las mujeres policía no contaban
con servicios propios en ninguna comisaría de la ciudad.
Moya expresa su satisfacción por la instalación de dos baños
para mujeres.
Son los logros que llevan a la secretaria a decir que la
situación de la mujer policía ha mejorado con el tiempo. En
parte, gracias a la labor de la propia Plataforma de la
Mujer Policía, un “anexo” de la UFP, que lleva funcionando
en la Ciudad Autónoma desde hace poco más de dos años y
medio (y cuatro a nivel nacional).
Moya señala que van a seguir trabajando en la equiparación
laboral dentro del cuerpo y también en tareas preventivas e
informativas. Las jornadas han sido buena muestra de ello.
La secretaria de organización de la UFP explica que la
plataforma cuenta con el asesoramiento jurídico de miembros
del sindicato UGT. “Si el caso es complejo interviene UGT”,
indica Moya que explica que la plataforma tiene un enlace en
cada cuerpo (Nacional, Local y Guardia Civil) que le
traslada los posibles casos. De todas formas, Ana Moya
apunta: “somos muy pocas, nos conocemos prácticamente
todas”.
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“Unos pocos” dañan la imagen del cuerpo
Los casos de discriminación y las
denuncias “dañan la imagen del cuerpo”. Ana Moya explica que
la percepción que la sociedad tiene de la Policía se
deteriora con este tipo de sucesos, que no muestran la
realidad de lo que acontece en su estructura. Es un
colectivo con una imagen pública que se encuentra sometido a
las presiones mediáticas más que otros sectores; es más
corporativo y cuenta con su propia disciplina interna. Así,
el hecho de que se hayan colocado vestuarios separados en
las dependencias de la Guardia Civil en la frontera
significa “un paso adelante”. También el hecho de que las
tres agentes que han quedado embarazadas este año no hayan
tenido ningún problema para solicitar permisos o reorganizar
tareas.
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