Cada uno puede optar por las
fiestas que más les convenga celebrar.Es decir, no está
previsto, que todos tengamos que celebrar, aún, siendo
católicos exclusivamente las fiestas navideñas, también se
pueden celebrar y de hecho, en algunos países se celebra
Papá Noel. Todo depende de las costumbres de cada quisqui y,
por supuesto, en el país en el que se viva.
Así en la América de los americanos, esos a los que no
queremos y no podemos ver, porque nuestro amor y todo el
cariño del mundo están volcados en la grandes democracias de
Venezuela y Cuba, o sea Hugo y Fidel. Que nos van a dar lo
que no está escrito porque, lo que está escrito, eso no nos
lo van a dar nunca.
Perdón se me ha ido el santo al cielo, y les estoy contando
algo que no tiene nada que ver con la celebración de las
fiestas navideñas o las que cada quisqui desee celebrar. Y
es que cuando me pongo a hablar de democracia, se me viene a
la cabeza las dos democracias de las que debería tomar
ejemplo el mundo, Venezuela y Cuba,. Insisto, perdón.
Lo que les quería decir es que, a servidor, no le dice nada
lo de papá Noel, ese que va subido en un trineo tirado por
renos, volando y entrando por las chimeneas, para depositar
los juguetes a los niños. Y que conste,en acta, que no
tengo, absolutamente, nada contra la celebración de Papá
Noel. Que uno respeta todas las celebraciones del mundo.
Servidor, que tengo que reconocer, ser más antigüo quelos
balcones de madera sigue soñando, a mi edad, con los Reyes
Magos.
No es por nada, es sólo porque huele como a más español que
papá Noel que es, al parecer, de los malos malísimos
americanos de América, con renos incluidos y “campanillazo”
que te pego, a las puertas de los locales comerciales.
Costumbre que se ha trasladado a España, a pesar de no
querer nada de los malos, malísimos, americanos de América.
Claro que sin querer nada de nada, de los americanos de
América, hay tenemos las amburguesas y toda esa comida
rápida que están haciendo que nuestros niños tengan obesidad
y empiecen a echar ,en plan americano, culos panaderos.
Insisto, perdón, se me ha ido, otra vez, el santo al cielo.
Seguimos con el asunto de las fiestas navideñas, los Reyes
Magos y el Papá Noel
Los niños de mi época, en la España de los españoles, creían
en los Reyes Magos. En esos Reyes Magos que les traían
juguetes porque habían sido buenos. Estableciendo unas
diferencias entre niños buenos y niños malos o sea entre
ricos y pobres
Esos niños pudientes que todos deberían ser una jartá de
buenos, se diferenciaban de los niños pobres que deberíamos
ser malos malísimos cuando los reyes no venían a traernos
juguete.
Ahora, cuando ha pasado el tiempo, muchos años, he llegado a
comprender que los niños pobres éramos mucho más malos que
los niños ricos, y por eso los reyes les traían juguetes a
ellos y a nosotros, ni siquiera carbón.
No pasaron muchos años, para comprender la verdad y esa
diferencia entre buenos y malos, sólo siete tacos. Porque a
eso siete tacos, me tuve que empezar a ganar las
habichuelas.
A esa edad, por circunstancias de la vida, se me abrieronlos
ojos al mundo y comprendí que la diferencia no era porque
los niños ricos fuesen buenos y los pobres malos.
La diferencia la tenía, quien la ha tenido siempre, el
maldito parné, Ese sucio papel que metaliza los corazones.
Tanto tienes, tanto vales. Y eso es lo que hay.
Lo demás, el resto, eso de que lo que más vale es la salud y
que el dinero no tiene importancia alguna, no es más que la
gran mentira que nos contamos los pobres para paliar esas
diferencias con los ricos.
Hoy las diferencias, en España, entre ricos y pobres en el
asunto de los Reyes Magos, no son tan importantes como en
aquella época que nos tocó vivir a los niños de mi
generación.
Las cosas han cambiado para mejor, porque es raro el niño
que no tenga un juguete en sus casa por esas fechas de los
magos.
No sé tendrá, con toda seguridad en las casas de los niños
pobres, eso que llaman, no sé si se escribe así ”Play
Statión 2 o 3” porque eso es un lujo pero, seguro, algún
juguete de poco valor se tendrá. Los de nuestra época no
tuvimos ninguno.
El saber que las diferencias se han acortado me llena de
satisfacción pero, a la vez, siento una gran pena porque sé,
positivamente, que en muchos lugares del mundo incluida
España, serán muchos los niños que no tendrán ningún
juguete.¡Dita sea quien inventó el maldito parné!
A pesar de que no éramos buenos, tampoco los reyes nos
traían carbón, cosas que me extrañaba muchísimo con la
cantidad de carbones que hay.
Y, ahora, hasta los hacen de colores, que los he visto con
estos ojitos que se van a comer los los gusanos. Con lo que
llegó a la conclusión de que hay carbones de todos los
colores !Será por carbones!
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