Los principales factores que determinaron la elección de
Ceuta como base de la mejillonera son tres: la calidad del
agua, que al ser de tipo A no requiere una depuración,
“siendo el centro de producción la propia batea”. La
temperatura del agua, que suele ser de 1,5 a 2 ºC superior a
la que baña las costas gallegas, con lo cual, “a idénticas
condiciones de alimentación, el desarrollo del mejillón a
mayor temperatura será siempre mayor”. Por último, el mayor
volumen de recirculación del agua favorece la existencia de
más cantidad de fitoplancton, necesario para la alimentación
del molusco. “La producción,por tanto, se acorta varias
meses”, concluye Víctor Unzalu.
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