‘Mujeres y patrimonio cultural’ es el título elegido por la
profesora de Geografía e Historia, Silvia Nogueras, para la
tercera charla del ciclo de conferencias que desde noviembre
desarrolla Septem Nostra.
El eje central de la conferencia partió de una idea
concreta: cuando se habla de patrimonio se piensa en
términos masculinos. “Si hablamos de arquitectura, pensamos
en un arquitecto”, explicó Silvia Nogueras; y lo mismo pasa
con el resto de disciplinas culturales y artísticas. “Y la
mujer, ¿no ha participado?”. Silvia Nogueras señaló ayer la
importancia de rescatar todas las obras realizadas por
mujeres a lo largo de la historia, “una historia escrita en
general por y para los hombres”. Ante esto, la profesora
propone una educación más amplia, abierta a la participación
femenina que la mayoría de las veces no ha contado con un
reconocimiento posterior en la sociedad.
Enfoque distorsionado
Silvia Nogueras inició ayer su charla con la definición que
da la UNESCO de lo que es el patrimonio cultural que gira en
torno al universo del hombre; “así acabamos pensando
nosotros también”, indicó la profesora de Geografía e
Historia. Y ese enfoque no se aproxima a la realidad
histórica. Como ejemplo está la obra del pintor Tintoretto.
Las últimas investigaciones señalan que su hija fue la
autora de muchos de los cuadros que se le han acuñado a su
padre. Esta anécdota sólo vendría a reafirmar el hecho de
que la conciencia colectiva sigue pensando como un hombre y
no con una dimensión humana. “La mujer ha participado en la
creación del patrimonio cultural como un sujeto activo”,
indicó Silvia Nogueras, “y esta es la reflexión que se debe
empezar a hacer”. Una especie de revisionismo histórico que
“reconozca la labor de la mujer en la formación de la
cultura”. Nogueras habló ayer sobre una última tendencia: la
arquitectura de género que rescata del olvido las obras que
realizaron las mujeres a lo largo de la historia.
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