Que Ceuta saldrá del grupo de
regiones europeas catalogadas hasta ahora como de ‘Objetivo
Uno’ es un hecho evidente que trae la consecuencia de la
apertura de la Unión hacia el Este y del efecto estadístico
que ello produce.
Dicho esto, la pelea del Gobierno de España como país
afectado por la pérdida de fondos es árdua, no nos cabe
duda. De hecho, la propuesta británica presentada por Blair
para los presupuestos de la Unión no ha gustado nada a casi
ningún país europeo y menos a los presidentes autonómicos de
aquellas regiones que aún quedaban más ‘tocadas’ por el
proyecto de Mr. Blair.
Zapatero acudió presto a la ronda prevista por el propio
jefe del Ejecutivo británico y le expresó su preocupación
ante las cuentas hechas desde la Gran Bretaña, tenía que
defender lo suyo y parece, en principio, que lo ha logrado.
Al menos será la próxima semana cuando se debatan los
números de la Unión Europea. Ceuta, en este sentido, no
saldrá bien parada en todo caso. Puede salir menos
perjudicada, que es lo que debe intentarse, pero en esta
ocasión, la región de Ceuta para la UE es más rica que
Andalucía, lo cual es -cuanto menos alucinante-, pero los
fríos números son así y en ese lugar quedará la Ciudad
Autónoma respecto de los fondos de la Unión.
El Gobierno español continúa su particular ‘cruzada’ para
mantener la recepción de recursos económicos de los fondos
de cohesión y sus distintos programas de actuación. Lograr
un mejor acuerdo y un adecuado reparto es algo que debe
trabajar España. En sus manos está, en el del Gobierno
actual, el que las regiones del país llamadas a salir del
llamado ‘Objetivo Uno’ no queden mal paradas del todo.
Aunque pertenecer a ese selecto grupo (Objetivo Uno) no es
para alardear de ello ya que se refieren a zonas
infradotadas respecto de las demás, es cierto que Ceuta debe
ser, junto con Melilla, una de las regiones europeas más a
tener en cuenta, en función de su característica de frontera
y freno a la inmigración.
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