Los unionistas saltaron ayer a la pista convencidos de que
el Inmokyo era un rival complicado y marcar las diferencias
desde el inicio se presentaba como algo fundamental para
hacerse con el control del encuentro. Así, a los cuarenta y
dos segundos de juego los aficionados del Díaz Flor
disfrutaron del tanto local más tempranero en lo que va de
temporada. Salvi, a pase de Abdel, lograba poner por delante
a los suyos, aprovechando un desafortunado despiste de la
defensa jerezana.
El visitante Luis Mari puso el empate en el marcador, a los
cinco minutos, batiendo a José Ramón tras hacerse con un
rechace en medio del área. Una vez asentada la defensa, el
Inmokyo lograba cerrarse muy bien atrás y poner las cosas
difíciles a los de Juanma López, que no acertaban a romper
la zaga jerezana.
En una tarde en la que hubo reparto de goles entre la
plantilla ceutí, Abdel decidía el segundo tanto local en una
jugada personal que culminaría con un fuerte disparo a
puerta desde más allá de los seis metros. Los visitantes no
querían marcharse al descanso por debajo en el marcador, por
lo que tras el gol caballa practicaron la presión a toda la
pista. Un doble penalti permitiría de nuevo a Luis Mari
lograr el segundo y último tanto para su equipo antes de la
interrupción.
Una vez reanudado el juego, Ali aumentaría la ventaja para
los suyos en el minuto veinticinco, rematando un pase de
Abdel desde la banda izquierda. La UA Ceutí se esforzaba por
sentenciar el encuentro pero una y otra vez se encontraba
con una fuerte defensa visitante que frenaba los intentos de
penetración ceutí, ejerciendo un duro marcaje sobre Salvi.
Siguiendo las instrucciones de su técnico, Abdel recibía un
saque de José Ramón en posición adelantada y, ganando
inteligentemente la espalda al guardameta jerezano lograría
subir el cuarto tanto al marcador. A continuación sería el
turno de Salvi, quien materializaba a la contra el 5-2.
A pesar de las dificultades, los unionistas lograban de este
modo desestabilizar a su rival, logrando otros tres tantos
más antes del pitido final. Jesús y Óscar López, a sendos
pases de Abdel y, de nuevo, Salvi serían los encargados de
repartirse los tantos, producto de las contras de los suyos,
con un Inmokyo que jugaba ya a la desesperada con
portero-jugador los últimos minutos del encuentro.
|