El Gobierno de Ceuta constituye el Comité Español de la
Carta de la Tierra a propuesta de la asociación Septem
Nostra, de la Fundación Desarrollo y Naturaleza, Deyna, y
con el apoyo de Aguas de Ceuta, S.A., Acemsa. El objetivo
del Comité, que tendrá su sede en la ciudad, es impulsar
eficazmente la difusión en el territorio español de la Carta
de la Tierra, documento universal y participado, que
promueve los valores y principios para un futuro sostenible
de la humanidad.
Esta iniciativa se lleva a efecto coincidiendo con el inicio
de la Década de la Organización de Naciones Unidas,
2005-2014, para la educación en el Desarrollo Sostenible, en
apoyo de la reciente resolución adoptada por la Comisión III
de la Unesco, así como para el evento recapitulativo “Carta
de la Tierra+5”, que se ha celebrado en Amsterdam entre los
días 7 y 9 de noviembre, y en la que ha tenido una activa
partición el comité español.
La finalidad del Comité Español de la Carta de la Tierra es
difundir este importante y universal documento en todo el
territorio español, así como promover la observación y mejor
cumplimiento de sus postulados y prescripciones mediante
reuniones periódicas del Comité ejecutivo y del pleno,
seminarios, foros, encuentros publicaciones, posters,
cartillas pedagógicas, soportes infantiles y reuniones
evaluatorias.
Carta de la Tierra
La Carta de la Tierra es una declaración de interdependencia
y responsabilidad para asegurar la viabilidad e integridad
de la Tierra como un hogar saludable para todos. Este
documento, constituye el mejor Decálogo para la educación en
la sustentabilidad de la vida humana en el planeta y nació
cuando la Comisión Brundtland, en 1987, recomendó su
creación. Fue parte de las negociaciones de la Cumbre de la
Tierra en Río’ 92 y posteriormente Maurice Strong,
secretario general de esta Cumbre, Mikhail Gorbachev,
Federico Mayor Zaragoza y otras importantes personalidades,
con el apoyo incondicional del gobierno holandés,
propiciaron su elaboración participada por miles de personas
e instituciones durante mas de ocho años, llegando a su
redacción última en la reunión de Paris en marzo del 2000.
La finalidad de este documento es la defensa de la vida en
todas sus formas preservándola para las generaciones
futuras, desde la integridad ecológica, la justicia social y
económica, la democracia, la no violencia y la paz.
Para ello propone iniciativas como la preservación de
sistemas ecológicos, recuperación de ecosistemas en peligro,
prevención de daños ambientales, adopción de nuevos hábitos
de consumo, reducción, reutilización y reciclaje de
materiales usados, preservación del conocimiento tradicional
de las distintas sociedades, garantía de derechos básicos
como la seguridad alimentaria, el agua potable, el aire
limpio, la vivienda y la educación, la erradicación de la
pobreza y las discriminaciones de todo tipo, así como de la
corrupción, la violencia de género, el trato piadoso hacia
los animales, junto a la promoción de una cultura de la
tolerancia, a través del apoyo a la paz y a la democracia.
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