Se acaba la primera vuelta y toca
hacer un análisis en el cambio de dirección de nuestra A. D.
Ceuta, aunque en dos fases distintas. La primera será la
económica y, la próxima semana, a nivel deportivo.
El relevo en la nave blanca podría decirse fue precipitado,
pero también es cierto que, nadie obligaba a nadie. Por
tanto, no valen quejas. En cualquier caso, la senda se
presagiaba difícil, O es que esperaban un camino de rosas.
Peor camino le esperaba a José Antonio Muñoz que, sin
equipo, sin sede y sin estadio, inició un proyecto por el
que nadie daba un duro. No me podrán negar que, así las
cosas, concurrían peores circunstancias.
Se creó un equipo con pretensiones, más o menos lo que la
afición solicitaba, pero costaba dinero y el “mecenas” lo
adelantó para satisfacción de todos. Entonces, políticos,
aficionados y prensa se frotaban las manos: Ceuta, tenía un
equipo en categoría nacional, de nuevo…..pero nadie se
preguntaba de donde salía el exceso para mantener la
situación.
Fueron pasando temporadas, en los más altos puestos,
rindiéndose a un gran nivel y, sobre todo, jugándose
liguillas de ascenso. ¡Que bien!, pero, todo eso costaba y
las ayudas no llegaban. Se acumularon pérdidas. Posiblemente
las mismas pérdidas que origina cualquier entidad pública
dependiente de instituciones oficiales, pero que no alteran
el ritmo, por ejemplo, del aficionado al fútbol.
No tengo que defender a nadie, por dos razones: No conozco
los números que deparó la gestión de “Angelín” y, tampoco me
pagan para ser abogado de nadie.
Pero, llegados a ese punto, la pregunta sería ¿Se quería
ascender (como se intentó) o que se consiguiera el ascenso
por fortuna? (porque lo que no se podrá negar es que se
intentó y eso conllevaba un precio y un riesgo).
Por otro lado, la anterior gestión ha sido auditada y los
informes entregados en el I.C.D., que es el que debe velar
por el buen orden en las subvenciones. Del I.C.D., nadie se
ha pronunciado, por tanto, se debe entender que los números
eran aceptados. Incluso pudo enviarse un “diario de avisos”
a José Antonio Muñoz y su equipo. Pero nada, no recibieron
nada.
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