El Consejo de Gobierno de la Ciudad Autónoma ha decidido
adjudicar la creación de tres esculturas sobre la Historia y
Mitología de Ceuta al artista local Ginés Serrán Pagán.
Las obras serán ejecutadas en 2006 y se ubicarán en lugares
emblemáticos de la ciudad para el disfrute de todos los
ceutíes.
Una de ellas está dedicada al Infante Enrique conocido como
‘El Navegante’ porque financió muchas expediciones por mar.
Nacido en Oporto en 1394, fue el tercer hijo del rey Juan I
de Portugal. Con algo más de 20 años, en 1415, tomó parte en
la conquista de Ceuta, empresa en la que participaron más de
50.000 portugueses y unas 200 naves.
A partir de entonces, parece que surgió en el Infante la
idea de acometer la exploración de las costas africanas y se
dedicó a la promoción de este tipo de iniciativas.
Además de Infante Real, Enrique ‘El Navegante’ era gran
maestre de la Orden de Cristo, heredera de la Orden del
Temple, que había sido creada como instrumento de combate
contra los árabes y que sirvió a ‘El Navegante’ como excusa
para asumir la tarea de eliminar el dominio islámico en
África del Norte y el Próximo Oriente.
Participó en la guerra contra los marroquíes y estos
perdieron Alcázarseguer (1458), Tánger y Arcila (1471). La
actitud del Infante estuvo motivada por su deseo de conocer
las tierras existentes más allá del cabo Bojador y de
Canarias; por su afán de comprobar si había cristianos con
quienes comerciar; por saber hasta dónde llegaba la
autoridad de los moros y por difundir la fe cristiana
convirtiendo a los infieles que se encontrara.
Producto de estos deseos fue la bula dictada por el Papa
Nicolás V (‘Dum diversas’) a través de la cual autorizaba al
monarca Alfonso V de Portugal a hacer la guerra a los
infieles, conquistar sus tierras y reducirlos a la
esclavitud.
El segundo personaje que va a ser objeto de representación
va a ser el historiador de origen árabe y oriundo de Ceuta:
Al-Edrissis, nacido en la Ciudad Autónoma a mediados del
siglo XII.
Por último, la mitología también tendrá su hueco a través de
Hércules. Ese semidios griego al que se le atribuye la
hazaña de haber creado el Estrecho de Gibraltar apoyándose
en dos columnas: Abyla (Ceuta) y Calpe (Gibraltar).
Según la mitología, Hércules habría sostenido la Tierra
sobre estas rudas columnas que, además, eran el límite del
mundo conocido en la Antigüedad clásica.
Según cuenta la leyenda, los antiguos navegantes del
Mediterráneo llegaban hasta las columnas de Hércules con
relativa seguridad sin embargo, más allá, plus ultra,
existía una extensión líquida inacabable e inabarcable.
Las Columnas de Hércules señalan no sólo la aventura de este
semidios sino que también son dos columnas que separan
África de Europa y que sirvieron para abrir el camino al
Océano Atlántico.
Calpe y Abyla son más que una leyenda ya que el escudo de
España contiene actualmente las Columnas de Hércules. Ambas
aparecen flanqueándolo y en las cintas que los rodean se
puede leer ‘Plus Ultra’ en clara alusión a este pensamiento
de los primeros navegantes de que ambos puntos del Estrecho
de Gibraltar señalaban el punto hasta el que llegaba el
mundo conocido y tras el cual no había nada, sólo el fin del
mundo, el punto y final a un mundo que, en aquella época, se
pensaba que era totalmente plano.
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