La Ciudad Autónoma recoge cada año una media de 496
kilogramos de resíduos sólidos urbanos sin clasificar. Una
cantidad escasa que la sitúa entre las menos generadoras d
ebasuras gracias aa su escasa población.
Por el contrario la Ciudad apenas recogió 14,5 kilos de
papel y cartón destinado al reciclaje y cerca de 10 kilos de
vidrio, cantidades muy por debajo de la media nacional.
A escala nacional, las empresas gestoras de residuos urbanos
recogieron en (datos del INE recogidos en 2003) un total de
24,5 millones de toneladas de residuos mezclados, con un
incremento del 2,4% y una media de 576 kilos por persona al
año.
Por otra parte, la retirada selectiva de basura en España
creció un 16,4%, hasta un total de 3 millones de toneladas,
según constata la Encuesta de Recogida y Tratamiento de
Residuos Urbanos difundidapor el Instituto Nacional de
Estadística (INE).
Sólo el 9,8% de los residuos sólidos urbanos mezclados fue
dedicado a procesos de reciclado. Mientras que los restos
recogidos de forma selectiva, de los que el 63% fue
destinado a reciclaje para su posterior aprovechamiento en
otros usos. Por comunidades autónomas, Baleares destaca como
la que más basura mezclada produce (721 kilos por persona y
año), seguida de Andalucía (642 kg.). Mientras Ceuta y
Melilla, La Rioja y País Vasco, ocupan los últimos lugares.
En recogida selectiva se recuperaron a nivel nacional 15,2
kilos por persona y año de papel y cartón, y 11,8 kg de
vidrio.
País Vasco, Asturias y Baleares encabezan la lista de de
comunidades aurónomas que más papel reciclan, con medias de
entre 24 y 29 kilos al año por persona, lista que cierran
como ‘regiones menos reciladoras Extremadura (9,3 kg) y
Castilla-La Mancha (9,9 kg).
Recogida de vidrio
En la recuperación de vidrio para su reciclaje destacan la
comunidades autónomas de Baleares (18,5 kg) y Navarra (17,1
kg), y por atrás, Extremadura (6,1 kg) y Murcia (9,3 kg).
Muy por encima de los registros marcados por Ceuta que
recicló catorce kilos y medio de papel y cartón y 9,8 de
vidrio.
En residuos no urbanos, las estadísticas del INE consignaron
en 2003 un aumento del 3,2% en la recogida de residuos
peligrosos – químicos, metálicos, minerales y otros-, hasta
las 2,1 millones de toneladas. De ellos, el 53,7% fue
sometido a procesos de reciclado, el 36,5% se desechó como
vertidos, y el 9,8% fue incinerado.
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