Estimado Garikoitz Basauri:
portero de la Asociación Deportiva Ceuta:
Gracias por el punto. Gracias por conseguir dejar tu meta a
cero y por infundirle a tus compañeros la seguridad de que
cuando el contrario ha superado cada una de las líneas de tu
equipo, al final, estabas tu.
Creo que estarás conmigo que la vida deportiva de un portero
es tan ingrata que, a veces, no recibe el merecimiento que
se debiera. Comprenderás que tu actuación se espera, de
obvio, correcta. De este modo, cuando haces paradas
sensacionales que hasta llegas a salvar a tu equipo de una
derrota, por no decir goleada, se entiende que es lo que se
espera de ti. De ahí que, cuando no estés tan regular bajo
los palos, seas la cabeza de turco al que echar la culpa,
aunque el resto del equipo haya estado a tu nivel.
Fuimos presentados por Michel, sensacional futbolista y
mejor persona, que promovió, en cierto modo, tu fichaje por
el Ceuta. A partir de ahí, no hemos vuelto a hablar. Lo digo
porque no nos une una especial amistad (Que en este pueblo
todo hay que decirlo) y por tanto no tengo que cargar las
tintas a tu favor, pero, creeme, con tu actuación, junto a
algún compañero, has evitado la hecatombe, porque no me
negarás que con la derrota hubiéseis salido “cocidos” a
pitos.
Pero, ojo, despieta y no te duermas, porque hoy eres héroe,
mañana, por desgracia, villano. Y si a alguien se le ven las
fallos es al portero.
Desgraciadamente, no has podido evitar que el Ceuta entre,
por primera vez, en puestos de descenso, pero.... En fin, lo
dicho. Gracias, muchas gracias.
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