La Nación española, deseando
establecer la justicia, la libertad y la seguridad y
promover el bien de cuantos la integran,en uso de su
soberanía, proclama su voluntad de: Garantizar la
convivencia democrática dentro de la Constitución y de las
leyes conforme a un orden económico y social justo.
Consolidar un Estado de Derecho que asegure el imperio de la
ley como expresión de la voluntad popular. Proteger a todos
los españoles y pueblos de España en el ejercicio de los
derechos humanos, sus culturas y tradiciones, lenguas e
instituciones. Promover el progreso de la cultura y de la
economía para asegurar a todos una digna calidad de vida.
Establecer una sociedad democrática avanzada, y colaborar en
el fortalecimiento de unas relaciones pacíficas y de eficaz
cooperación entre todos los pueblos de la Tierra.
El Preámbulo de nuestra Carta Magna no deja lugar a dudas y
manifiesta la voluntad de los españoles. Una Constitución
que se basa entre otros aspectos de igual importancia en el
hecho de que el texto constituyente se fundamenta, en su
artículo 2, en la indisoluble unidad de la Nación española,
patria común e indivisible de todos los españoles, y
reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las
nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad
entre todas ellas.
Conviene recordar en este día, además, lo prescrito en el
artículo 3, que dice textualmente: “1. El castellano es la
lengua española oficial del Estado. Todos los españoles
tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla. 2. Las
demás lenguas españolas serán también oficiales en las
respectivas Comunidades Autónomas de acuerdo con sus
Estatutos. 3. La riqueza de las distintas modalidades
lingüísticas de España es un patrimonio cultural que será
objeto de especial respeto y protección”.
La Constitución Española sigue estando vigente y hoy
celebramos su 27º aniversario.
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