El primer derbi de la temporada se resolvió para los de
casa, la Unión África Ceutí, en un partido extraño, típico
de un derbi, donde el buen juego brilló por su ausencia, y
como suele suceder normalmente en este tipo de encuentros,
los nervios atenazaron las ideas y un duelo futbolístico se
convierte en un corre calles y muchas veces se parece más a
un partido de voleibol, pero la emoción de estos partidos se
vivió en las gradas, en el campo y en los banquillos hasta
el pitido final.
Las bajas de unos y otros depararon un encuentro algo
descafeinado. En el Ceuta no estaban ni Javi Hernández y
Antonio Prieto y sin restar méritos al resto de la plantilla
de la Asociación, su ausencia se hizo notar. Estos dos
jugadores se limitaron a presenciar el partido desde la
grada acompañados por dos ex integrantes del conjunto
blanco, hoy en el Gimnasio Ceuta Goyu-Ryu, Adil y Sufian.
A parte de jugadores de uno y otro equipo, y un numeroso
público, ya que la cifra de aficionados que se acercaron
hasta el Martínez Pirri rondó las doscientas cincuenta
personas, el partido lo presenciaron el presidente de una y
otra entidad, Antonio Hernández Prieto y Ernesto Valero, así
como el segundo entrenador de la Asociación, Nayim.
La primera ocasión de gol del Ceuta y del partido, nació de
las botas del Ramón en el lanzamiento de un libre directo
que despejó Nayin, pero tras el saque de corner, no muy bien
efectuado por la escuadra de Asociación, el Ceutí inició un
rápido contragolpe, que se acabó convirtiendo en el primer
tanto del partido, no por méritos de los unionistas sino por
la mala fortuna de los del Ceuta, puesto que fue un jugador
del Ceuta, Jaime quien lo introdujo en el fondo de las
mallas, tras un centro de Alberto, para desesperación de
Jáuregui.
El Ceuta no se vino a bajo tras este duro golpe, y
nuevamente Ramón y otra vez de libre directo ponía aprueba
los reflejos de Nayin, pero el portero del Ceutí conseguía
despejar el potente disparo del jugador de la Asociación.
No habían transcurrido ni diez minutos cuando los de Manu
León volvían a poner en jaque a la defensa del ángulo, esta
vez Alfredo a pase de cabeza de Franklin, pero se estaba
viendo que los delanteros de la Asociación no iban a tener
su día de suerte, pues Nayin se hacía con el balón sin
dificultad.
La primera jugada de peligro de los de Damián Torres, tras
el gol, llegó en el minuto dieciocho pero el lanzamiento de
Reda, a pase de Cristian Salcedo se marchó por encima de la
portería.
Este partido no sólo puso en evidencia la falta de gol de
los de Manu León, los jugadores del Ceutí tampoco están
atravesando una racha goleadora, y Jesús lo dejó claro en el
minuto veintiuno, cuando sólo delante de Jáuregui lanzó el
balón contra el cuerpo del portero.
En el minuto treinta y cinco se produjo la jugada polémica
del partido, cuando Celadero, asistente del colegiado del
encuentro Ramón Arias Madrid, anulaba un tanto del Ceuta,
por lo que pareció interpretar el asistente como fuera de
juego, aunque también hubo quien pensó que podría haberlo
anulado por falta previa de Ramón ya que la posición
antirreglamentaria no pareció existir pues el jugador del
Ceuta partió por detrás del balón.
Dos minutos más tarde, Ramón demostraba que es un buen
lanzador de faltas, ya que su disparo desde la banda derecha
salió por a escasos centímetros encima de la portería. Pero
como ya sucedió en el minuto tres de juego, una gran ocasión
del Ceuta propició el tanto del Ceutí, y en esta ocasión
Alberto ponía el dos a cero en el marcador tras hacerse con
el rechace del disparo a puerta de Cristian Salcedo. Con
este marcador de dos a cero finalizó la primera mitad.
La segunda parte se inició con más nervios de los que
tocaba, ya que con un marcador tan adverso, los jugadores
del Ceuta vieron como un de sus compañeros regresaba al
vestuario antes de tiempo cuando en una tangana que se
produjo por un empujón de Alberto a Jaime, Segura dio una
patada al balón que impactó en la cara de Cristian Salcedo,
y el colegiado entendió que se había producido una agresión,
con lo que toda la segunda parte, el Ceuta jugó con diez
hombres.
Esta circunstancia unida al marcador adverso, propició que
los jugadores de la Asociación jugaran con más corazón que
con cabeza, y las jugadas de ataque no llegaron hasta el
minuto 81, demasiado tarde para remontar un partido tan
importante.
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