La AD Ceuta, que había experimentado una mejoría en su juego
en las últimas jornadas aunque las victorias seguían sin
llegar, ofreció ante el CD Alcalá en el Alfonso Murube su
peor cara y no pasó del empate a cero; un resultado que hay
que darlo por bueno porque en la segunda parte Garikoitz
Basauri se erigió en el gran protagonista con una serie de
intervenciones que evitaron el gol de los alcalareños. El
equipo de Pedro Buenaventura debió marcharse de nuestra
ciudad con la sensación de que será difícil que se le
presente en el futuro otra oportunidad como la de ayer para
ganar al Ceuta en el Murube.
El conjunto blanco quería reencontrarse con el triunfo
después de siete jornadas saldadas con seis empates y la
derrota de Villanueva y de paso dedicarle los tres puntos a
Calderé, que atraviesa un momento delicado en lo personal
por el fallecimiento de su padre. Pero la Asociación tardó
muchos minutos en ‘meterse’ en el partido, desperdició la
primera parte en la que apenas inquietó a Borja, que se
mantuvo en la portería pese a la recuperación de Pedro
Muñoz, y dio la sensación de un equipo perdido en el campo,
sin ideas, con algunos futbolistas desubicados como Sergio
Tejero y Platero y una semana más inocente e inoperante en
los últimos metros. El infortunio se había cebado con Antony
en la sesión del sábado, Moisés estaba sancionado y el Ceuta
solo tenía dos delanteros disponibles, Sergio Molina y el
juvenil Prieto, para meterle mano a la expeditiva zaga del
Alcalá. La apuesta consistió en mantener a Molina de
‘nueve’, desplazar a Platero a la izquierda con Miguel en la
derecha. En la medular Perita se colocó en el centro en
lugar del sancionado David Franch con Berruezo y Tejero de
escuderos. El lateral izquierdo apenas intervino y en el
descanso dejó su sitio a un centrocampista como Lucas
Cominelli, que acusó la inactividad.
El CD Alcalá, que tenía cuatro bajas, recompuso el centro
del campo con Ricardo y Fito, aunque la temprana lesión del
primero provocó que Juanito dejara la izquierda para
situarse de mediocentro y Cruz jugó en banda. Arriba
Francisco entró por Monsalvete y formó la dupla ofensiva
alcalareña con Puntas.
La primera parte resultó aburrida, tediosa, con muchas
imprecisiones en el pase y sin ocasiones de gol. Un remate
de Francisco a los tres minutos que detuvo Basauri fue lo
mejor de los visitantes en ataque. El Ceuta se acercó con
peligro en el minuto 20 cuando Berruezo envió un pase
profundo a Molina, pero el malagueño disparó muy flojo a las
manos de Borja y en el 34 con un centro-chut de Alfonso que
el portero sevillano despejó con apuros por línea de fondo.
Recital de Basauri
En la segunda parte el Ceuta desapareció del campo y el
Alcalá tomó el mando de las operaciones llegando con mucha
facilidad al área caballa. Javi Casares se cansó de
desbordar por la banda derecha para servir balones de oro a
sus compañeros. En el minuto cuatro empezó el recital
Basauri al desviar un trallazo de Francisco, en el siete el
portero vasco desbarató dos remates a quemarropa de Juanito
y Puntas, en el 10 metió una mano prodigiosa para despejar
un cabezazo de Aurelio y en el 13 la fortuna se alió con el
Ceuta al tocar el larguero un remate de cabeza de Álex, el
otro central del Alcalá. La AD Ceuta era una caricatura de
equipo y de milagro no estaba por detrás en el marcador.
Nayim trató de reactivar el juego ofensivo con el ‘Niño’
Prieto y su equipo jugando más con el corazón que con la
cabeza logró estirarse y dar señalas de vida. El Alcalá, que
volvió a perdonar en el 19 cuando Francisco no acertó a
batir al omnipresente Basauri, podía pagar muy caro su falta
de definición. Los ceutíes volvieron a exhibir una buena
condición física y fueron mejores en los últimos veinte
minutos. Sandro, Berruezo, Miguel, Prieto y Platero lo
intentaron, pero este Ceuta no tiene pegada y sin gol no
puedes ganar.
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Calderé no estuvo en el Murube por la muerte de su padre
Ramón María Calderé fue el gran
ausente en el partido disputado ayer por la AD Ceuta en el
Alfonso Murube ante el CD Alcalá. El entrenador tarraconense
se marchó el sábado a Barcelona al agravarse la enfermedad
de su padre y se quedó en la Ciudad Condal tras su
fallecimiento. En los prolegómenos del partido se guardó un
minuto de silencio y Mohamed Alí Amar ‘Nayim’, segundo
entrenador del Ceuta, se sentó en el banquillo para impartir
las consignas a sus jugadores y decidir las sustituciones.
Calderé no se hubiera podido sentar en el banco porque
arrastraba un partido de sanción. El primer técnico del
Ceuta regresará al banquillo el domingo en Algeciras.
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