Los comerciantes del polígono del Tarajal se encuentran a la
espera de “una respuesta oficial” sobre la situación del
paso del Biutz, en la frontera de Ceuta con Marruecos.
Francisco Alcaide, portavoz del colectivo, instó a la
Delegación del Gobierno a que actuase sobre las grandes
aglomeraciones de porteadores que se dan cita a diario en
este polígono comercial. “Se tienen que implicar, no se
puede dejar en manos sólo de los comerciantes”. Sobre todo,
en lo que se refiere a la seguridad del recinto. Para
Alcaide, si todos los efectivos de la Policía Nacional,
Local e, incluso, Guardia Civil que se desplazan hasta el
paso del Biutz no pueden manejar esta situación de forma más
eficaz “¿qué vamos a hacer nosotros contratando a guardias
de seguridad?”.
Para Francisco Alcaide, “sería impensable” que la
contratación de estos profesionales pueda solucionar una
situación que más de una docena de efectivos policiales no
puede afrontar casi a diario. “Necesitamos más implicación
de la Ciudad Autónoma y de la Delegación”, concluyó el
portavoz de los comerciantes. “Quedan muchas cosas por
hacer”.
Reunión
Francisco Alcaide anunció también que los comerciantes del
Tarajal pretenden reunirse con la Confederación de
Empresarios ceutíes para tratar un asunto que “es de todos”.
El hecho de que a lo largo de la semana pasada, “la cosa
cada vez fuera a peor” hace que el portavoz de los
comerciantes piense que pueda “llegar a pasar algo grave” y
sólo de esta forma llegue la reacción de las autoridades de
la Ciudad. “Espero equivocarme”.
Francisco Alcaide señala varias soluciones a lo que se
considera como el principal obstáculo a la fluidez en el
paso del Biutz: ‘el bulto’. La reapertura del paso de Benzú
(para la mercancía voluminosa) aceleraría el tráfico en la
zona y evitaría, a juicio de Alcaide, la presencia de
efectivos policiales. “La situación es perjudicial para
todos”, apunta Alcaide, “tanto para comerciantes, como para
la Policía y los propios porteadores”. El responsable de los
comerciantes apunta también a la reducción del tamaño de los
bultos que se trasladen por el Biutz o a establecer unas
medidas que no puedan ser superadas. Alcaide incluso señala
que se podría habilitar el paso por más tiempo para el
comercio habitual, el de la persona que traslada poca
cantidad de alimentos, productos para la limpieza, higiene,
textiles, etcétera, ampliando el horario de la mañana.
Francisco Alcaide explicó finalmente que la situación en el
polígono es de “tensión y muchos nervios”. Los comerciantes,
sobre todo aquellos que poseen sus establecimientos cerca
del muro del paso, “están siendo perjudicados de muchas
maneras” y eso, a juicio de Alcaide, se traduce en un menor
número de clientes, el aumento de la basura que se acumula
en el recinto, mayor desorganización y en consecuencia el
descenso en las ventas. “En el Biutz deben implicarse la
Ciudad y la Delegación de Gobierno”, volvió a repetir el
portavoz de los comerciantes del Tarajal.
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