Rafael Álvarez “El Brujo” aterrizó ayer en Ceuta, lugar al
que viene por primera vez en su vida, para presentar el
espectáculo que iba a poner en escena en el IES ‘Siete
Colinas’. Bajo el título ‘Los misterios del Quijote’, este
veterano actor de teatro presenta en la Ciudad Autónoma un
ambicioso proyecto sobre la historia escrita por Miguel de
Cervantes.
‘El Brujo’ confiesa que con cada nueva obra tiene “más miedo
y vértigo” aunque señala que no concibe otra forma de vida
que no le una al teatro que es para él “algo casi
espiritual, es mi vocación más íntima”. Un vértigo que tiene
como punto de origen su particular visión sobre las obras
que interpreta. En ‘El Quijote’ de Rafael Álvarez, el
espectador va a sorprenderse desde el comienzo ya que la
historia que plantea no es la que se relata en la obra
escrita hace ya cuatrocientos años. Para esta puesta en
escena, ‘El Brujo’ ha tomado como punto de partida la tesis
del investigador británico Rashid Goldman que plantea la
hipótesis de la “inexistencia del personaje del Quijote y
que no fue escrito por un tal Cervantes sino por una secta
formada por juglares árabes, cristianos y judíos, en el
siglo XVI”. Sobre esta teoría, ha montado un espectáculo muy
musical pero “bastante heterodoxo y esotérico” en el que se
estudian “las claves ocultas del Quijote en relación con la
filosofía judía de la cábala”.
La gira comenzó en verano, con el estreno en el Festival de
Teatro de Almagro con motivo del año del Quijote y se
prolongará durante todo el año 2006. Según ha explicado este
afamado actor de teatro, la obra no se ha concebido sólo
pensando en el año del Quijote aunque reconoce que esta
celebración “ha sido un pretexto y un impulso para presentar
la obra ante el público”.
Reconoce que la obra ha tenido reacciones de extrañeza en el
público que ha asistido a sus representaciones pero afirma
contento que “la sorpresa siempre ha sido un factor teatral”
y que la gente “se está riendo desde el principio hasta el
final”.
En cuanto a la puesta en escena, a lo meramente visual,
Rafael Álvarez explicó que tenía dos formatos distintos en
función de las medidas y los espacios en los que se fuera a
presentar la obra. En el caso del ‘Siete Colinas’ ha traído
un montaje más sencillo pero que, igualmente, hará disfrutar
a los ceutíes que ayer y hoy acudan a la representación.
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