La draga Alaska I que realiza las labores de limpieza del
foso de San Felipe ha conseguido extraer ya una cantidad de
1.000 metros cúbicos de residuos sólidos, fundamentalmente
arena. El dragado del foso de las Murallas Reales comenzó el
pasado domingo, 27 de noviembre, y aunque la previsión
inicial de la delegación del Gobierno en Ceuta indicaba que
el trabajo duraría entre 2 y 3 días, la aparición de la
lluvia durante la presente semana dificultó las tareas de
limpieza.
El director provincial de costas, Antonio Fernández, ya
explicó en su día que “las obras marítimas no son una
ciencia exacta”, en relación a los problemas que surgirían
en caso de mal tiempo o de un estado del mar revuelto. De
esta forma, la draga de menor tamaño que podrá acceder a las
partes del foso de menor calado, llegará el próximo lunes.
Para finalizar las obras se estima que deberían sacarse un
total de 3.000 metros cúbicos de arena del foso por lo que,
entre ambas dragas, deberán extraer todavía una cantidad
aproximada de 2.000 metros cúbicos de arena y piedras. Como
el trabajo de la draga menor durará unos tres días, el foso
podría quedar finalmente abierto a mediados de la semana que
viene.
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Amontonan la arena alejándola del foso
La playa de La Ribera está siendo
objeto de amontonamientos de arena en su cara más alejada
del foso de San Felipe. El objeto de estos movimientos de
tierra es el de desplazar la arena del lado derecho de la
playa, el más cercano al Club de Natación Caballa, hacia la
cara opuesta con el fin de que, en caso de producirse otro
Levante, el foso no vuelva a quedar colapsado.
Esta medida está siendo complementaria a la limpieza total
del foso y pretende, al rebajar la cota de arena, evitar que
ésta traspase el dique formado del lado de los sacos. Sin
embargo, el delegado del Gobierno anunció que se tomarán
medidas más eficientes para evitar los desastres de un nuevo
Levante hasta la solución definitiva.
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