Los españoles nos hemos enfrentado al reto más difícil en
las últimas décadas. España ha sufrido el azote de una de
las crisis más duras con la que nos hemos encontrado, pero
juntos lo estamos superando con solvencia. Los esfuerzos que
hemos realizado nos permiten mirar al mañana con un renovado
optimismo. Nos hemos ganado el derecho a elegir el mejor de
los futuros.
Para lograrlo, lo más importante es la unidad de un proyecto
común: seguir progresando juntos. La soberanía nacional que
se consagra en nuestra Constitución como elemento
fundacional no es adaptativa. España es lo que el conjunto
de los españoles quieren que sea. Así enfrentaremos los
desafíos que pretenden romper los lazos de solidaridad entre
los españoles y los superaremos defendiendo el imperio de la
ley y los valores democráticos de nuestra Constitución.
Como dijo hace unos días María Dolores De Cospedal durante
su visita a nuestra ciudad: “Queremos una España más unida,
más fuerte, más pujante, más justa y más cohesionada. Una
España de todos y en la que no falte nadie”.
Y ésta es la España que queremos. La España que quiere el
Partido Popular, en la que ofrecemos estabilidad frente a la
incertidumbre, con el aval de un millón de empleos creados
en los dos últimos años, y marcándonos el objetivo común de
alcanzar los 20 millones de empleados en 2020, dos millones
de empleos más que ahora.
Nuestra experiencia nos avala ante la ciudadanía con un
claro y conciso mensaje: Sabemos gobernar. Tenemos un líder
experimentado, serio, solvente, y con un gran equipo detrás.
Los demás son partidos fragmentados o unipersonales.
Porque, mientras los demás hablan y hablan, Mariano Rajoy
ofrece soluciones. Soluciones para conseguir la España que
queremos.
Una de ellas es la regeneración democrática, que siempre ha
sido uno de los ejes de la acción del Gobierno. Somos el que
más medidas y más reformas ha acometido para prevenir,
perseguir y sancionar la corrupción. Y vamos a seguir
trabajando para que la política tenga la máxima exigencia de
ejemplaridad y ética pública. Queremos que España sea un
país donde los ciudadanos se sientan orgullosos de sus
representantes.
También, para ser el país que queremos y necesitamos, el
Partido Popular garantiza, y garantizará siempre, que ni
España ni la soberanía nacional van a ser troceadas.
Aplicaremos todos los recursos y todos los mecanismos que la
Constitución nos habilita para plantar cara a los que
quieren que una parte de España deje de serlo.
A los desafíos territoriales e institucionales solo cabe dar
respuesta desde el respeto a la ley, y por encima de todas
las leyes, la Constitución, a través de la cual se canaliza
la verdadera democracia. Pero sin rectificar las decisiones
que el pueblo español fijó como columna vertebral de nuestra
Constitución y convivencia democrática. Ese es el camino que
el Partido Popular propone a la sociedad española para
seguir transitando en la próxima legislatura. El camino
recorrido en estos últimos cuatro años es buena prueba del
compromiso del Partido Popular con la Constitución. Eso no
es inmovilismo, es responsabilidad.
También garantizaremos una oferta básica de servicios
públicos esenciales igual para todos los españoles,
independientemente de su lugar de residencia y, por tanto,
con igualdad de oportunidades en el acceso y la calidad.
Aprobaremos reformas en los reglamentos del Congreso y el
Senado para hacerlos más ágiles y abrirlos a la sociedad. Se
facilitarán las iniciativas populares para convertir al
Senado en una verdadera cámara territorial y se impulsarán
las Conferencias de Presidentes.
En los Ayuntamientos, vamos a dialogar con todos los
partidos para incorporar por ley la costumbre constitucional
de que gobiernen en los municipios el partido más votado.
Así mismo, el compromiso del Partido Popular es firme para
que el terrorismo y quienes lo han apoyado no consigan nunca
la impunidad ni imponer su relato. La condena expresa del
terrorismo de ETA es un principio ético irrenunciable.
La prioridad es dar la batalla por la verdad histórica de lo
sucedido durante tantos años. Las víctimas del terrorismo
deben ser las verdaderas protagonistas del fin de la banda.
Reivindicamos su papel central y nos comprometemos a
perpetuar su memoria y el recuerdo vivo de sus nombres, a
evitar homenajes a sus asesinos, a continuar investigando
los crímenes de ETA sin resolver y a impulsar la educación
basada en los principios de libertad y democracia.
Hoy, la amenaza más directa y dolorosa a nuestro modelo de
convivencia es el terrorismo Yihadista. Vamos a hacerle
frente y derrotarlo con las mismas herramientas con las que
siempre hemos combatido el terror: consenso de las fuerzas
políticas, cooperación internacional y eficacia de las
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Y utilizaremos todas las herramientas del Estado de Derecho
y nuestra experiencia de tantos años en la lucha contra el
terrorismo para llevar a cabo una estrategia integral que
asegure la prevención de los atentados, la protección eficaz
de nuestra sociedad, y la persecución implacable de los
terroristas, en estrecha cooperación con nuestros aliados
internacionales.
Por supuesto, vamos a seguir profundizando las reformas
emprendidas para asegurar que la justicia sea ágil, cercana,
independiente y continúe siendo la garantía del respeto a
los derechos de todos.
La calidad de la Justicia compete a toda la sociedad y a
todos los partidos. Queremos una gran Estrategia Nacional
que refleje la realidad de la sociedad de hoy y las demandas
de los ciudadanos y de los profesionales de la Justicia.
La seguridad ha sido una política prioritaria para el
Gobierno del Partido Popular, también en los años más duros
de la crisis económica. La prisión permanente revisable y el
aumento de las sanciones para los delitos más graves han
logrado reforzar la garantía de nuestra seguridad ante los
peores delincuentes.
Y es que España es hoy uno de los países más seguros del
mundo, con una tasa de criminalidad muy por debajo de la
media europea. Queremos consolidar esta posición que
garantiza la libertad y el bienestar de los españoles.
Y para ser la España que queremos, el Gobierno del Partido
Popular también ha puesto en marcha una profunda reforma de
la Administración en torno a dos principios básicos que
antes no se cumplían: evitar el gasto superfluo e impulsar
una Administración eficaz sin duplicidades, sin estructuras
innecesarias y menos burocracia.
Queremos seguir promoviendo reformas para lograr una
Administración que se adelanta a los problemas para
resolverlos. Una Administración más centrada en los
resultados que en los procesos. Una Administración, en
definitiva, que hace más accesibles y sencillas sus
relaciones con los ciudadanos.
Porque, aunque otros intenten engañar con palabrería vacía,
votar a Mariano Rajoy es un voto seguro. Seguridad en las
pensiones, en el empleo, en el crecimiento, en la unidad de
España y en un futuro de éxito para nuestro país.
Y la seguridad es estabilidad para todos: Frente a los
riesgos que amenazas nuestras sociedades y nuestras
libertades, Mariano Rajoy es garantía de firmeza,
determinación y de unidad de todos los demócratas.
Y nuestro balance es nuestra mejor garantía. Mariano Rajoy
es el único candidato que puede presentar un balance exitoso
de gestión. Han sido cuatro años de buen Gobierno.
No se puede llegar a la Presidencia del Gobierno a aprender.
Tener experiencia y tener equipos son requisitos
imprescindibles para gestionar un país. De eso van estas
elecciones. Experiencia y solvencia frente a ocurrencias e
improvisaciones.
Y ésta es la España que quiere el Partido Popular. La España
que quiere la inmensa mayoría de españoles. Para no volver
al pasado oscuro e incógnito que nos otorgaron otros
gobiernos, vota a la mejor opción posible para nuestro
futuro. Vota al Partido Popular.
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