Caballas ha presentado una
propuesta al pleno de la Asamblea de la Ciudad Autónoma de
Ceuta con el objeto de conseguir un rechazo “rotundo” de la
cámara en torno a la islamofobia, de “toda conducta racista
y discriminatoria que suponga un trato humillante o
denigrante hacia los musulmanes”.
“Mostramos nuestra firme
convicción de que el Islam es una religión de paz que
promueve la fraternidad entre los hombres y mujeres del
mundo; rechazando categóricamente cualquier relación entre
esta religión y el terrorismo”, explican desde la formación
que lidera Mohamed Alí, diputado de Caballas en la Asamblea
de la Ciudad Autónoma de Cuta.
Quieren que la Ciudad promueva un
“Pacto por la Ciudadanía y la Diversidad, en el que tengan
cabida todos los partidos políticos y organizaciones
sociales, cuya finalidad sea fortalecer en el conjunto de la
sociedad ceutí el valor de la diversidad cultural y el
respeto mutuo como piedras angulares de nuestro modelo de
convivencia”, indican.
El pasado día doce de diciembre se
celebraba el Día Internacional de Lucha contra la
Islamofobia. “La propia necesidad de instituir una
efemérides de universal, pone de manifiesto la trascendencia
de este asunto en la actual coyuntura histórica”, apunta
Caballas.
Se denomina islamofobia a un
sentimiento de hostilidad hacia el islam, y por extensión, a
todos los musulmanes. “Se fundamenta en una condena al
conjunto del islam al que se considera extremista, violento
y arcaico, imposible de asimilar en la civilización
occidental, y, en consecuencia, un problema para el mundo.
La islamofobia es la expresión del racismo, alimentado por
el miedo, que se manifiesta mediante conductas
discriminatorias que humillan y denigran a los musulmanes y
musulmanas por el mero hecho de serlo. Es una propagación
del odio irracional al diferente concentrado en los
musulmanes a los que se les presupone la categoría de
enemigos de occidente”, explica Caballas.
Este fenómeno social,
“relativamente reciente, no es privativo de un país concreto
sino que se extiende imparablemente por toda Europa como una
plaga que amenaza muy seriamente la convivencia, y pone en
entredicho los valores sobre los que se asientan las
democracias occidentales”.
“Los atentados perpetrados por el
terrorismo yihadista en diversos países, entre ellos España,
y más recientemente Francia, han actuado como un potente
factor de expansión de la islamofobia. La falsa, injusta,
incongruente y frívola identificación del islam con el
terrorismo, utilizada de manera interesada y malintencionada
por partidos políticos y corrientes de opinión
ultraderechistas, está contribuyendo a intensificar muy
peligrosamente los comportamientos racistas más o menos
velados. Nuestra ciudad no es una excepción”.
“La islamofobia es
radicalmente inaceptable”, añaden. El racismo que la provoca
“es la negación de la propia condición humana, y es por
tanto execrable en todas cada una de sus expresiones por
insignificantes que pudieran parecer. La lucha contra la
islamofobia es un deber moral inexcusable para todas
aquellas personas que se sientan comprometidas con la
libertad, con la igualdad, con la solidaridad y el respeto
mutuo, como baluartes de un modelo de convivencia
democrático. En consecuencia, erradicar la islamofobia de
nuestra sociedad es un reto”, destacan.
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