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Identificar debilidades y
fortalezas es un sano ejercicio de sentido común y el puerto
de Ceuta lo está haciendo, preparándose para el futuro. Las
nuevas inversiones que se están llevando a cabo, en materia
de mayor calado en el dique de Poniente para facilitar las
tareas de ‘bunkering’ son enormemente importantes de cara a
la competitividad y es evidente que la rapidez y la
reducción de costes son un punto fundamental para el
desarrollo de tráficos. De otra parte, las mejoras en las
infraestructuras en el Muelle España redundarán en una mayor
calidad para los cruceristas. La crisis ha sido para todos,
pero el puerto de Ceuta ha aguantado sólidamente, con un
ligerísimo descenso, según se desprende de la Memoria Anual
2014, la última que se ha publicado. El enorme movimiento de
pasajeros y vehículos que se logró en 2014 avalan también el
hecho de que es un puerto competitivo. No hay que olvidar la
privilegiada situación geoestratégica de Ceuta en la
“autopista del mar” del Mediterráneo. Las cifras de graneles
–sólidos y líquidos- así como la de mercancías en general
también salieron bien paradas, lo que subraya que se están
haciendo bien las cosas. Aún así, hay que prepararse de cara
a un futuro que se presenta esperanzador y en el que la
estrecha relación puerto-ciudad supone un pulmón económico
que no puede dejar de beneficiar a todos sin excepción.
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OPINIÓN / EDITORIAL
