Desde la Secretaría Provincial de la Unión Federal de
Policía en Ceuta (UFP) se ha solicitado que por parte del
Gobierno se exija a Marruecos colaboración para solucionar
el problema de los porteadores en la frontera de Ceuta.
“Esto es un problema de gran magnitud que nuestro Gobierno
debe solucionar de inmediato. No podemos seguir con esta
situación tan caótica, donde se producen incidentes diarios.
Se lleva denunciando por activa y por pasiva el gravísimo
problema de orden público que venimos sufriendo en la
Frontera del Tarajal, donde nuestros agentes se están
jugando literalmente la vida tratando de controlar con muy
pocos efectivos a miles de personas que durante el día y la
noche provocan el colapso de nuestra frontera así como el
último tramo de la carretera nacional N-352 lo que conlleva
retenciones, molestias a los vecinos y una situación
caótica”, explican. Se trata de un “caos que es el origen de
episodios conflictivos, con la concentración de
alborotadores agresivos, apedreamientos a los agentes,
cierres continuos del puesto fronterizo, policías heridos
por aglomeraciones, continuas avalanchas de miles de
personas que invaden por completo la calzada por donde
circulan los vehículos, invadiendo incluso la frontera a la
carrera para cruzar a Marruecos. Hemos llegado a una
situación límite donde está en juego la integridad de
nuestros agentes, ya que se encuentran literalmente
vendidos”.
Desde la perspectiva de la UFP, “poco pueden hacer por
controlar a una masa de cientos de personas que tienen un
objetivo muy claro, que es pasar los bultos hacia su país
cueste lo que cueste, arrasando todo y a todos los que se
interpongan en su camino”.
“La frontera no está adaptada a las dimensiones necesarias
para soportar esta situación, se ha quedado desfasada y
presenta innumerables desperfectos que se han convertido en
un peligro para las miles de personas que diariamente cruzan
la frontera y para los agentes que allí trabajan”.
Explican que “las fuerzas y cuerpos de Seguridad se juegan
diariamente la vida, no disponemos de capacidad, ni medios
para hacer frente a un gravísimo problema que nadie parece
ver. Con el personal del que disponemos resulta imposible
hacer frente a un conflicto de tal magnitud. Los policías
están cansados de tener que vivir día tras día esta
situación tan lamentable, con promesas de una solución que
nunca llega”.
Es más, “la tragedia se palpa en el ambiente, los agentes
son conscientes de que en cualquier momento puede ocurrir
una desgracia, porque las avalanchas se han convertido en
episodios frecuentes, con miles de personas corriendo a la
carrera cargados con enormes bultos, pasando por encima de
todo lo que se oponga, mujeres y hombres aplastados, agentes
lesionados al intentar contener a la muchedumbre, un caos
total donde algunos aprovechan el desorden para cometer
delitos” “La solución es exclusiva de las administraciones
de uno y otro país. Soluciones que tienen que alcanzarse de
forma urgente. No podemos andar esperando a una desgracia”.
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