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Las grandes fuerzas políticas se
presentan a las elecciones del 20 de diciembre con mensajes
y objetivos condicionados por un nuevo panorama político y
una meta común en el horizonte: la Presidencia del Gobierno
de España. Los partidos con más opciones en la campaña
electoral intentan movilizar a sus electores, pero la
victoria estará en aquellos que aún se encuentran muy
indecisos. Sobre todo en Ceuta donde, a pesar de ser feudo
tradicional del PP, los populares perdieron una cantidad
importante de votos en la últimas elecciones autonómicas
celebradas en mayo, y que el propio Vivas atribuyó al
panorama político en el conjunto de España y la tendencia
tan característica en todo el mapa nacional relativa a
apoyar la aparición de formaciones políticas nuevas que se
asocian a un cambio radical.
En este sentido, poco van a
aportar los mítines tradicionales destinados a los
previamente convencidos. En medio de la volatilidad de las
intenciones de voto mostrada por las encuestas, los
ciudadanos necesitan que los partidos contendientes, y por
lo tanto sus candidatos, aclaren los proyectos y confronten
las ideas. Por ese mismo motivo se echa en falta la
celebración de debates entre los candidatos ceutíes.
Sin embargo, siempre son
positivas para una ciudad como Ceuta, las visitas de
políticos y autoridades importantes, como la que hoy
realizará la Secretaria General del Partido Popular, María
Dolores de Cospedal. Si en días anteriores criticábamos la
ausencia de visitas a Ceuta de los principales candidatos,
Mariano Rajoy, Pedro Sánchez, Albert Rivera o Pablo
Iglesias, hoy es justo reconocer la llegada de una de las
políticas más importantes del panorama nacional. Aunque sea
para un acto electoral en el hotel parador La Muralla
dirigido a los ya convencidos.
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OPINIÓN / EDITORIAL
