El desayuno es sin duda alguna una de las comidas
principales del día, sin embargo en nuestro país y en
nuestro entorno más próximo se trata de una comida ligera o
incluso ausente. El rico refranero español nos recomienda al
respecto: “Si mucho y bien quieres vivir, desayuna como un
rey, almuerza como un príncipe y cena como un mendigo”. Esta
recomendación popular es de total actualidad, y se sustenta
por los especialistas del mundo de la bromatología y la
nutrición. Pero como iremos descubriendo en este trabajo,
del dicho al hecho en lo que a desayuno se refiere hay un
gran trecho.
Se considera como desayuno a todos
los alimentos que se toman desde las seis a las diez de la
mañana. La cantidad y la calidad del desayuno son muy
importantes para la salud porque, después del ayuno que
supone el descanso nocturno, nuestro cuerpo necesita
combustible y piezas de recambio para iniciar una larga y
dura jornada. El cómo sea nuestro desayuno va a tener mucho
que ver con el rendimiento físico, con las destrezas del
razonamiento y del trabajo intelectual y los estudios, y con
la calidad de vida como adultos. Si bien estas influencias
del desayuno sirven para todas las personas, en la etapa de
la adolescencia el desayuno es clave , además, para la
construcción del nuevo cuerpo adolescente, que definirá el
perfil personal del chico y de la chica.
¿Cuáles son las recomendaciones
sobre la cantidad y sobre la calidad que debe tener un buen
desayuno? Para el caso de los adolescentes existe un
relativo consenso respecto de las necesidades que deben
cubrirse con el desayuno. El desayuno debe de ser suficiente
para aportar al cuerpo el 25% de sus necesidades diarias.
Considerándose que el mínimo no debe bajar de un 18%. Pero
este 25% no debemos cubrirlo con cualquier tipo de
alimentos, ya que el desayuno no sólo nos aporta energía,
también tiene que aportar nutrientes, tan importantes para
reparar y sustituir nuestras células, y –en las etapas de
crecimiento y estirón de la adolescencia- aumentar el tamaño
y el número de ellas. Por tanto, una buena proporción de
nutrientes en los adolescentes puede ser la formada por un
20-25% de proteínas, entre un 25-30% de grasas en general, y
en torno al 50% de hidratos de carbono de aportación
energética.
Con estas referencias estamos en
condiciones de analizar la situación sobre el desayuno de
nuestros adolescentes en Ceuta. Las mujeres adolescentes
ceutíes que desayunan son un 80%. Lo que quiere decir que el
20% de las jovenes de Ceuta van a su instituto o colegio sin
desayunar. En el caso de los varones el porcentaje de los
que desayunan es un poco más alto, el 82%. Yendo a su centro
de estudios sin desayunar un 18% de ellos.
Ahora vamos a centrarnos en ese
80% de nuestros jóvenes que si desayunan. ¿Cómo es ese
desayuno en cantidad y en calidad? Los desayunos más
frecuentes en nuestros adolescentes podemos agruparlos en
cuatro menús: el más sencillo es el formado por leche con
Colacao, y el más completo es leche con cereales y zumos
naturales. El aporte calórico medio es de 377 Kcal. Esta
cantidad representa un porcentaje inferior al 18% de mínimo
recomendado. Concretamente cubriría un 16% en mujeres y un
13% en varones. En resumen nuestros jovenes que desayunan lo
hacen en unas cantidades insuficientes que deben aumentarse.
Ya hemos visto que nuestros
adolescentes desayunan bastante menos de lo que es
recomendable, pero ¿Qué hay respecto a la calidad y variedad
de lo que desayunan? Habitualmente la calidad del desayuno
se mide en función de la presencia en el mismo de alimentos
pertenecientes a los grupos de lácteos, cereales y frutas.
Si se toman alimentos de los tres grupos decimos que el
desayuno es de buena calidad, si se toman sólo de dos grupos
decimos que es regular o de calidad mejorable, y si se toman
de un solo grupo o se desayuna bollería industrial decimos
que es deficiente o mala. Utilizando este criterio de las
mujeres que desayunan sólo un 8% hacen un desayuno de buena
calidad, y un 6% en el caso de los varones. Y lo que es más
preocupante, un 40% de los que desayunan toman un desayuno
de mala e insuficiente calidad. He aquí un punto débil al
que tenemos que reforzar mediante un gran esfuerzo
colectivo.
A modo de conclusión sobre el
desayuno de nuestros jóvenes
Casi un 20% de los adolescentes de
Ceuta acuden a clase sin desayunar.
La base del desayuno de nuestros
jóvenes es leche, cacao y tostada/cereales. Siendo muy
deficiente en frutas.
La cantidad de alimentos del
desayuno es escasa, estando lejos de poder cubrir el 25%
recomendado, incluso el 18% mínimo.
La calidad del desayuno es
deficiente (mala + insuficiente) en casi un 40% de los
jovenes que desayunan.
Si sumamos el porcentaje de
adolescentes que no desayunan con el porcentaje de los que
lo hacen con calidad deficiente, alcanzamos la cifra de un
60% de los jóvenes ceutíes de 13 a 19 años que presenta
problemas con su desayuno.
La ausencia, la insuficiencia y la
mala calidad del desayuno tienen clara vinculación con el
bajo estado anímico, la escasa concentración en la tarea y
rendimiento escolar, y con la salud en general.
El desayuno acompañado en familia
mejora significativamente la cantidad y la calidad del
desayuno.
Si comparamos estos resultados
encontrados en los adolescentes ceutíes con los hallados en
el año 2000 por el Estudio Enkid para en conjunto de España,
comprobamos que:
El porcentaje de adolescentes que
no desayunan en el conjunto nacional es del 10%, y en Ceuta
nos situamos en el doble, un 20%.
El aporte energético medio del
desayuno en España es de 331 Kcal, y en Ceuta alcanza las
371Kcal. Lo que nos indica que si bien en Ceuta son más los
adolescentes que no desayunan, los que desayunan lo hacen
algo más abundante, aunque siga siendo insuficiente.
La calidad del desayuno de los
jóvenes ceutíes es muy semejante a la media nacional. Entre
un 30-40% toman un desayuno de calidad inadecuada,
principalmente por ausencia de frutas y bajo contenido en
cereales.
Con estos datos comparados vemos
que poco o nada se ha avanzado en los últimos quince años en
lo que a los hábitos sobre el desayuno se refiere.Tenemos
que acabar asumiendo que el desayuno sigue siendo en la
actualidad una tarea pendiente de nuestros jóvenes y de
todos los sectores estrechamente vinculados con la salud,
entre ellos los docentes, los currículos y los planes de
estudios. Dando un lugar destacado a las familias.
Catedrático de Biología y Geología
en el IES “ABYLA”
Componente del Grupo de
Investigación “Desarrollo infantil y adolescente. Factores
de riesgo”, del Campus de Ceuta de la Universidad de Granada
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