El Ejecutivo Local cuenta desde ayer con dos asesores menos
debido al cese del asesor de Comunicación, Luis Manuel Aznar
Cabezón (ex jefe de publicaciones de ‘El Faro’), y la
dimisión del asesor de la Presidencia, Javier Sánchez-Paris
Contreras.
La de Javier Sánchez-Paris más o menos se podía intuir
después de la información aparecida en un medio digital de
la ciudad en cuanto a que estaba compaginando su trabajo de
asesor con el de letrado del Turno de Oficio. Además, esta
información fue utilizada por Caballas para pedir
explicaciones a Vivas e instar al presidente a tomar cartas
en el asunto, solicitando incluso el cese de Sánchez-Paris.
Pero en este sentido ha sido más rápido el hasta ayer asesor
de la Presidencia, ya que con el fin de no perjudicar a la
institución presentaba ayer su dimisión, a la vez que
remitía una carta al presidente de la Ciudad, Juan Vivas, al
que, tras agradecerle la confianza depositada en él para
ejercer el cargo de asesor, asegura que en ningún momento ha
obrado de mala fe y que por lo tanto mantiene su conciencia
muy tranquila, insistiendo que dicha renuncia no significa
que de la razón a las “medias verdades y especulaciones” que
se han vertido sobre él.
Lo que no se esperaba, era el cese del que ha sido, por
espacio de aproximadamente tres meses, asesor de
Comunicación, Luis Manuel Aznar Cabezón. Aunque oficialmente
no se han indicado los motivos del citado cese, fuentes
cercanas al ayuntamiento resaltan que Aznar ha perdido la
confianza de Vivas y que esto ha llevado a que el presidente
de la Ciudad tome esta decisión.
Estos movimientos dentro del cuerpo de asesores del
Ejecutivo Local ha dado como resultado que el PSOE de Ceuta
haya exigido explicaciones por parte del Gobierno sobre un
cese que viene precedido por un cúmulo de especulaciones
sobre presuntas irregularidades, así como que se depuren
responsabilidades de confirmarse cualquiera de los extremos
que se vienen barajando.
En este sentido, el PSOE considera que “estos dos casos no
son los únicos que acabarán viendo la luz pública”, ya que
“los treinta puestos de confianza del Gobierno de Vivas son
una burla a la ciudadanía y acabarán resultando una losa
para un presidente que mantiene, con el dinero de todos, a
demasiadas barrigas agradecidas”.
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