Los problemas de acceso a la zona del Tarajal, como fruto de
los colapsos que se producen a diario en la frontera,
continúan siendo uno de los principales quebraderos de
cabeza para la ciudad. Uno de los sectores que en mayor
medida sufre estas consecuencias, son los transportistas
que, diariamente, tienen que acudir al polígono a descargar
mercancías.
En la mañana de ayer, varios representantes de la Asociación
de Transportistas de Ceuta se reunían en el Muelle del
Espigón, para denunciar una situación que les trae por la
calle de la amargura. Ya que día tras día tienen que sufrir
unas colas que, en mucho de los casos, les hace regresar a
sus casas en plena madrugada.
Miembros de la asociación nos comentan que “el problema se
instala en el Tarajal cuando se procede al cambio de turno
de Policía. Colapsan los cruces”. Sin ir más lejos, uno de
los transportistas que a diario acude a los polígonos, nos
comentaba que “el otro día a las 19.30 horas arrancaron
todos a la vez y la frontera estaba cerrada. Se taponaron
todas las entradas y cruces y algunos no pudimos acceder al
polígono hasta las tres de la mañana”.
Los transportistas afirman que esta situación “colapsa el
polígono e incluso el Príncipe y el problema es que empiezan
a cumularse vehículos y el atasco puede englobar a más de
medio millar de coches y camiones”. Ante esta situación,
argumentan que “nos ponemos en contacto con la Policía, pero
casi nunca asisten”.
Una de las soluciones que proponen desde la Asociación de
Transportistas de la Ciudad, es que “no se permita la
acumulación de vehículos y que se dirigieran al llano de
Juan XXIII, lugar donde hay espacio y que permitiría dejar
un carril abierto para permitir la salida del polígono”.
Además defienden que “debe de existir alguien que controle
la situación, bien sea un Policía Local o Guardia Civil”.
Desde la Asociación comentan que “hasta las 13.30 horas no
se puede entrar en el Tarajal”, insistiendo que a partir de
la hora que tienen acceso “si nos coge la cola no podemos
trabajar”. Y añaden que “estamos en una ratonera. Si
llegamos no podemos salir y cuando no podemos salir encima
nos denuncia la Policía Local”.
“La solución mientras se ejecuta la obra que hay prevista es
hacer un paso por arriba de la cárcel o que acuda a la zona
la Guardia Civil y regule el tráfico, porque lo que no es
lógico es que bloqueen las carreteras”.
Por otra parte, señalan que “que toda esta problemática
repercute en el día a día de vecinos, taxistas e incluso
ambulancias cuando se dirige al Hospital”. Insistiendo en
que “tienen que abrir un paso para el que no vaya a la
frontera tenga salida y no cree el colapso que a diario se
crea”.
Toda esta situación crea tensión entre las diferentes
partes; por un lado entre los propios transportistas, y por
otra, por parte de los comerciantes que ven como sus pedidos
se retrasan diariamente por causa de esta problemática que
impide en el mayor de los casos, el acceso por vía rápida a
los polígonos. Además, la tensión viene acompañado en mucho
de los casos por trifulcas y peleas que se pueden observar
cotidianamente en las inmediaciones del Tarajal.
Por último, recalcan que “es muy lamentable que muchas veces
tengan que ser los propios vecinos de la zona los que se
tengan que ponerse a organizar el tráfico para
descongestionar la zona. Es muy fuerte que los vecinos se
tengan que encargar de esa labor, cuando en la ciudad
existen autoridades que pueden desarrollar esta función que,
además, les corresponde”, aseguran desde la asociación.
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“Es inhumano lo que estamos viviendo los vecinos de Loma
Colmenar”
El presidente de la Barriada de
Loma Colmenar, Rafael García Ibáñez, también quiso sumarse a
las protestas por la situación que a diario tienen que
soportar en Loma Colmenar y alrededores, a causa de los
colapsos que se originan en las inmediaciones del Tarajal.
Para García Ibáñez “es inhumano lo que estamos viviendo en
nuestra barriada. No tenemos acceso a los taxis, porque
también sufren las colas. Y es muy preocupante que, incluso
el servicio sanitario, como es el caso de las ambulancias,
no puedan desarrollar un trabajo tan importante como el suyo
por verse afectado por unas colas de coches que crean un
tapón y afecta al sector del transporte, comercio, turismo,
sanidad y vecindario. Es de urgencia que se busque una
solución a una situación que se ha convertido en un caos”.
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