Hoy día 25 de noviembre, es el día contra la violencia de
género. La violencia hacia la mujer no es un fenómeno nuevo,
ya que tiene un gran contenido histórico. En la antigüedad,
las mujeres estaban dominadas por la figura del hombre,
incluso el castigo corporal era considerado como algo común
en la cultura patriarcal. Posteriormente llegamos a la Edad
Media, en la que no hubo grandes diferencias. En Inglaterra
la práctica de la violencia física llego a estar regulada
por “La Regla del Dedo Pulgar”, referida al derecho del
esposo a golpear a su pareja con una vara no más gruesa que
el dedo pulgar para someterla a su obediencia. Además era
usual en familias de “sangre azul”, utilizar a las mujeres
como objetos de intercambio, para conseguir la paz.
Aún en el siglo XX, se aprobaron leyes como el Decreto-Ley
aprobado por Arabia Saudita, Kuwait, Emiratos Árabes, Irán e
Irak, firmado en 1990, por el cual se permite asesinar a las
mujeres de la familia si incurren en adulterio o acto
considerado como “deshonra”. Todo esto nos hace ver que los
derechos de las mujeres han sido pisoteados a lo largo de la
historia, hasta nuestros días, y es que esta situación,
lamentablemente, no ha llegado a su fin.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, en el
año 2000 una de cada cinco mujeres fue objeto de violencia
en alguna etapa de su vida.
Las noticias más recientes de la violencia de género
informan que ésta causa más muertes e incapacidades entre
las mujeres de 15 a 45 años que el cáncer, la malaria, los
accidentes de tráfico e incluso la guerra. En EEUU, América
Latina y el Caribe el maltrato constituye la causa principal
de daño físico a mujeres entre las edades de 15 a 44 años.
En España aunque no seamos el país con mayor tasa de
asesinatos en violencia de género, sí que estamos pisando
los talones de estos países. Y es que las cifras son
escalofriantes. En el año 2007, hubo 71 víctimas de
violencia de género, en 2008 la cifra aumentó a 84. En el
2009 la cifra descendió a 68 muertes pero volvió a subir en
2010 a 85. Las cifras más bajas se dieron en los años 2012 y
2013 con 53 víctimas. En este año, quedando aún un mes para
que finalice, llevamos ya 55 asesinatos. Esto hace que nos
replanteemos si realmente las medidas que se han estado
tomando son las necesarias, o las más eficaces.
El pasado 7 de Noviembre hubo una marcha en Madrid dónde
acudieron personas de toda España para manifestarse contra
esta gran lacra, sin embargo tras este acto, noviembre se ha
convertido en el mes sangriento y en el que más víctimas
está habiendo. ¿Qué hay que hacer para concienciar al estado
de que se necesitan nuevas herramientas para conseguir que
esta situación cese? Comencemos haciéndonos la siguiente
cuestión: ¿Quién no conoce a alguien de su entorno que haya
sufrido violencia de género? Cuando hablamos de violencia de
género tenemos que tener en cuenta que no sólo hace
referencia a la agresión física, existe la violencia:
psíquica, sexual, económica, patrimonial, discriminatoria...
Seguro que todos y todas conocemos a alguien de nuestro
entorno que lo haya sufrido, ya sea una amiga, un familiar,
o una amistad de nuestros allegados. ¿A dónde queremos
llegar a parar? A que, a pesar de que desde la antigüedad a
el 2015, han pasado muchos años, los principios intrínsecos
de la sociedad no han cambiado tanto. La violencia sigue
existiendo, lo único que se enmascara, se tapa, se intenta
normalizar, hasta que se traspasan los límites y no hay
vuelta atrás para devolver la vida de una persona, a la cual
se le ha arrebatado. ¿Dónde están los límites? Eso es lo que
tenemos que trabajar, tenemos que concienciar tanto a
hombres cómo a mujeres hasta dónde llegan los limites, la
importancia de no perder nunca el respeto al prójimo y la
necesidad de empatizar.
Sin duda alguna, me quedo con la frase “enseñemos a los
niños y niñas valores, para evitar tener que lamentar y
castigar años después”.
* Secretaria de Igualdad del PSOE-Ceuta
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